Gracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...
Finalmente allí nos hallábamos nuevamente, frente a la puerta de Huening Kai. Estábamos nerviosas, atemorizadas de que no nos abriera nuevamente la puerta. Bahiyyih fue quien se acercó hasta el albugíneo botón de la entrada y lo pulsó. Y de nuevo. Y de nuevo.
Y finalmente un despeinado y somnoliento Kai abrió, logrando que mi corazón diera un gran vuelco y que mi primer instinto en ese momento fuera el mismo que el de su hermana: tirarme a sus brazos. Lo abracé con fuerza sin llegar a creerme que estaba bien y que estaba allí
—¡Kai Kamal Huening!—Gritó una agitada Bahiyyih.— ¡¿Se puede saber dónde estabas?!
El chico cayendo en cuenta de que era su hermana la que le estaba hablando nos separó a ambas de aquel abrazo y la miró con los ojos abiertos como platos mientras que su boca se convertía en una perfecta "o".
—¡¿Y tú qué haces aquí?! —Me miró atónito de nuevo al darse cuenta de que su hermana estaba conmigo.— ¡¿Y tú qué haces con ella?! —¡No respondías llamadas ni mensajes desde que volvimos a casa, y ni siquiera le abriste la puerta a tu hermana! ¡Llevaba horas esperando por ti!
Un confuso Kai cerró la puerta de su casa para acercarse de nuevo a ambas en un intento de disculpas.
—Bien, lo siento chicas, me quedé en casa de SooBin a dormir y no avisé- —No es así.—Le interrumpí cazando su mentira rápidamente.— SooBin vino a por mí anoche.
Huening Kai abrió sus ojos como platos y ladeó su cabeza buscando una mejor excusa, acabando por suspirar pesadamente mientras miraba al suelo.
—Está bien, está bien... Conocí a una chica y... pues tuvimos una cita que se alargó de más.
Ahora era Bahiyyih quien tenía su boca en una perfecta "o" mientras que algo dentro de mí se había encogido, haciéndome sentir una enorme incomodidad frente a Kai, y es que quizá y solo quizá pensaba que me trataba especial, distinta a las demás. Pensar aquello me hacía ciertamente ilusión, y me sentía ridícula en ese momento. Rasqué mi nuca sin saber que añadir en aquel momento y una molesta Bahiyyih chasqueó la lengua en aquel momento.
—Y yo que ya tenía elegida...
Tras eso, la fémina se adentró en el salón, dejándonos a Kai y a mí solos en la entrada. Él me miró y estiró sus manos hacia mí, tomando mis brazos y revisándolos de manera curiosa mientras intercalaba su visión con mi rostro igual.
—¿Pasa algo...?—Alcé una ceja cuestionando. —Oh, no, nada... sólo se me hizo verte un tatuaje y tenía curiosidad.
Tras eso asentí dando un par de pasos hacia atrás para luego ondear mi mano en señal de despedida, en realidad no tenía las palabras exactas para aquel momento y él se dio cuenta, sintiendo el ambiente de igual manera y haciendo una tierna mueca estirando sus labios en una sobrepuesta y recta sonrisa.
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Huening Kai's POV:
Me acerqué hasta Bahiyyih para hablar con ella ya que me sorprendía su repentina aparición y ella únicamente me miró con los brazos cruzados.
—Oye mocosa, ya me he disculpado. De verdad, ni siquiera sabía que vendrías. —¡Pero te fuiste de cita!—Habló como una hermana pequeña celosa, ciertamente lo que era. —¿Y qué pasa con eso? Tendré derecho a salir y entrar ¿no?
Mi hermana siguió con el ceño fruncido mientras negaba rápidamente y me señaló con un dedo mientras sus agujeros nasales se abrían un poco.
—¡No me gusta esa chica para ti! ¡______ es mejor! ¡Me ha hecho tortitas!
Sonreí ante aquella idea de manera inconsciente y ella frunció el ceño buscando leer mis expresiones. Carraspeó sacándome de mi ensoñación y la miré fijamente.
—¿Por qué sonríes? ¿Qué te pasa? ¿Eres tonto? —¡Oye, venga! ¡En ningún momento te he insultado! Solo recordé algo... —No, me da igual, deja a esa chica. —¿Estás celosa? —Le miré divertido a lo que ella rodó los ojos, levantando una mano como si fuera a darme un golpe. —No lo estoy, pero tú sí estás ciego.
La miré frunciendo el ceño esta vez yo y ladeé mi cabeza. ¿Estaba ciego por qué? ¿De qué tenía que darme cuenta? Bahiyyih me miraba como si fuera estúpido y me lo confirmó dándome un chorlito en la frente.
—Cuando seas capaz de pensar me avisas. A veces me pregunto cómo es que has sido capaz de entrar en una carrera universitaria.
Se levantó del sofá negando mientras subía escaleras arriba, dejándome completamente confuso.
