quince

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N/A: Tenía dos opciones: o me tomaba otras dos semanas o me ponía escribir. Bueno, es obvio que quedé como payasa otra vez. ¡Este capítulo viene por parte de Where's my love de syml! un poquito de su melodía ayudó mucho, así que pueden considerarlo parte del playlist del ffic? xd

oficialmente le damos la bienvenida al segundo (y probablemente último) arco. un besito y recuerden que el spoiler ya se los dije! gracias x leer y nos leemos pronto <3


かまど, 栗花落 カナヲ
estragos: capítulo quince
«favor con sangre se paga»


seis de febrero


La guerra sigue en pie. La información de los países envueltos en el conflicto bélico llega a Los Cómodos con solo dos horas de diferencia gracias a un cuervo longevo que viaja de lado a lado con un pequeño pergamino envuelto en la pata izquierda. A veces el cuervo toma el camino equivocado o se le dificulta el peso, mas eso no impide la llegada de noticias a diferencia del hospital donde estuvo varios meses, donde no había ninguna y solo existían rumores que a veces eran inventados en el aburrimiento diario.

Hace frío. Su llegada a Los Cómodos había sido su nuevo inicio, y asimismo esperaba que no fuese su nuevo fin. Tanjirou lleva ahí quizá unas tres semanas o tal vez más. No puede saberlo con exactitud porque había decidido disfrutar de los días sin contarlos por el temor irrisorio y completamente comprensible de echarlo a perder con el pensamiento.

Después de haberse encontrado con su familia, se desmayó de la alegría en los brazos de su madre y durmió por dos días enteros. Cuando despertó lloró como nunca antes mientras que su familia le daba palabras reconfortantes que a él le parecían vacías, pues ellos jamás podrían comprender el alivio que le daba verlos juntos, sanos y vivos, eso era lo mejor: están vivos. Su madre le permitió llorar todas las lágrimas que tenía y luego le preparó su comida favorita por una semana seguida. Cuando le preguntó por qué tal molestia ella solo le respondió que disfrutaba verlo reír de gusto y que le había extrañado tanto que preferiría perpetuar su sonrisa en su memoria para que nunca más le hiciera falta. Está de más decir que Tanjirou nuevamente sucumbió al llanto y abrazó a su madre hasta que se quedó dormido, a salvo en los brazos cálidos de su madre.

Zenitsu también hizo de las suyas y apareció cuando él retomó la conciencia. «¡Oye, Tanjirou, no me dijiste que tenías una hermana taaaaan hermosa!», le gritó desde lejos trayéndole a Nezuko un ramo gigante de rosas exportadas que le hizo sonrojar hasta las orejas. Aunque disgustado, Tanjirou se tragó sus reproches y le presentó con su familia: «oigan, él es Zenitsu, él me ayudó cuando estuve en el hospital». Y Zenitsu, como un rayo entre las tinieblas, habló de más: «de hecho fue mi hermana quien me llamó para pedirme ayuda, ella fue quien tuvo la idea de ayudarlo incluso con su propia cabeza en juego». Y entonces fue el turno de Tanjirou para sonrojarse e intentó disimularlo con un carraspeo demasiado fingido. Tanjurou, su padre, le preguntó el nombre de la muchacha para poder agradecerle algún día y Zenitsu se lo dio sin más.

«Espere, Tanjurou-san, creo que por aquí tengo un dibujo de ella —completó Zenitsu, presumiendo a su hermana adoptiva como siempre lo hacía para poder ganarse la simpatía sin su carisma—. Es preciosa. Y también muy inteligente. Usted no sabe lo mucho que pensó en cómo ayudar a su hijo». Luego le pasó un papel arrugado de entre sus bolsillos. Tanjirou le preguntó por qué tenía un dibujo de ella y entonces él le dijo que Aoi siempre hace dibujos de sus hermanos para poder recordarles el rostro si algún día le falla la memoria. Sin embargo, Tanjurou era otro cuento. Intentó sonreírles y seguirles la conversación con normalidad, pero en su mente solo rondaba el dibujo de Kanao, a quien ya le había visto el rostro muchísimo antes que a su propio hijo.

ESTRAGOS | TANJIKANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora