Capítulo 34: Algo nuevo crece en mí

203 25 25
                                    



Ámbar: No Juan Carlos, yo no puedo aceptar ese vestido, debe ser demasiado costoso.- Dijo apenada mientras estaban en el mall. Juan Carlos la había llevado a comprarse un vestido para lucirlo esta noche. Quería llevarla a cenar a un lugar muy especial.

Juan Carlos: Por favor, Ámbar, hago esto porque de verdad quiero que lo uses. Y no vayas a pensar que me avergüenzas, lo hago porque quiero que te sientas cómoda en el lugar que te llevaré. Por favor.- Dijo con súplica y a ella no le quedó de otra más que aceptar. Estuvieron largo rato en el mall, donde escogieron zapatos, joyería hasta maquillaje. 

Ámbar: De verdad, Juan Carlos, no debiste comprar todas esas cosas.- Dijo mientras iban en el carro.- Gastaste un afortuna.- Dijo apenada.

Juan Carlos: Ámbar, el dinero se hizo para gastarlo, además, no es nada, solo quiero que te sientas cómoda, de verdad.- Dijo mientras se estacionaba en el parqueo de un lujoso hotel.

Ámbar:¿Qué hacemos aquí?.- Le preguntó extrañada.- Juan Carlos, si me compraste todo esto para que yo me acueste contigo, te equivocaste de mujer, yo no soy una cualquiera.- Dijo molesta tratando de bajarse del carro.

Juan Carlos: ¡Hey!, no, espera.- Dijo tomándola del brazo.- No es lo que piensas. Este es el lugar donde iremos a cenar. El hotel tiene un restaurante muy lujoso y si te traje aquí es porque arriba te puedes cambiar. No pienses mal.

Ámbar: Disculpa, es que estoy muy nerviosa.- Dijo apenada. Nunca había estado en un lugar tan lujoso y nadie se había tomado tantas molestias conmigo.

Juan Carlos: Para mí no es una molestia, al contrario, es un placer.- Dijo sonriendo.

Octavio: Se movió.- Dijo dejando salir unas lágrimas. ¡Dios!, esto es realmente hermoso.- Dijo emocionado al sentir las pataditas del bebé.

Marifer: Es la primera vez que se mueve.- Dijo emocionada.- Mi curumi.- Dijo mientras acariciaba su vientre junto a Octavio.- No sabes cuánto te amo.

Octavio: Te amo pequeño.- Dijo antes de darle un beso en el vientre a Marifer.- Te juro que haré hasta lo imposible porque tanto tú y tú mamá estén bien.- Dijo mientras Marifer lo observaba. Le conmovía mucho ver a Octavio en esa faceta de papá. No dudaba que sería un padre excelente para su bebé. Verlo hablarle al bebé solo hizo que lo que siente por él aumentara más.- Marifer, yo...

Marifer: Octavio, lo mejor es que te vayas.- Dijo separándose de él.

Octavio: Marifer, por favor, tengo derecho a estos momentos. A sentirlo cada vez que se mueva. A ver como crece tu panza cada centímetro. A hablarle, a que conozca mi voz. Es mi hijo, Marifer.- Dijo afligido.

Marifer: Y no te voy a alejar de él. Pero no quiero que confundas las cosas. Yo no quiero estar contigo.- Dijo mirándolo a los ojos provocando que el corazón de Octavio se hiciera añicos.- Tu rol de papá no te lo quitaré jamás, pero no quiero que pienses que por estar cerca de él, las cosas entre nosotros cambiarán. Lo nuestro fue el amor más bonito que pude tener en esta vida, fue tan real que él.- Dijo refiriéndose al niño.- Está creciendo dentro de mí. 

Octavio: ¿Vas a permitir que Agustín entre en tu corazón?.- Le preguntó deseando que ella dijera que no.

Marifer: Sí, le voy a dar una oportunidad.- Dijo con lágrimas en los ojos.- El es libre de amarme sin ataduras, siempre ha estado conmigo y quiero estar con él. Cuando lo volví a ver, sentí cosas que no sentía cuando estábamos en la selva. Quizás fue su trato, el cómo se portó conmigo mientras estaba sola y me había enterado de mi embarazo. Su ausencia me hizo darme cuenta de que siento algo por él.- Dijo con sinceridad, pues de verdad Agustín despertaba sentimientos bonitos en ella, pero no como los que sentía por Octavio.

Utopía de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora