Capítulo 29: Problemas

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Romina: Entiendo de verdad el hecho de que no sabías que estabas casado. - Dijo seria. - Pero tienes que entenderme, es difícil para mí saber que te enamoraste de otra y que encima te dará un hijo cuando yo perdí al nuestro. - Dijo con lágrimas en los ojos. - Yo te amo Octavio. - Dijo acariciándole el rostro. - Desde el primer momento en qué te vi en aquella fiesta y tú también te enamoraste de mí. Nos amábamos todo el tiempo. - Dijo mirándolo a los ojos.


Octavio: Te juro que no quiero lastimarte. - dijo juntando las manos de ella y dándole un beso. - Eres una mujer muy bella, te mentiría si te dijera todo lo contrario, pero lo que sentía por ti se esfumó, no se compara con lo que siento ahora por Marifer. Siento que te quiero, y eres alguien importante en mi vida. Recuerdo cómo era nuestra vida, nuestros viajes y hasta nuestros momentos íntimos. - Dijo y ella sonrió.- También sé que mi hermano está enamorado de ti y que tuvieron algo cuando pensaban que estaba muerto.

Romina: Benjamín me ayudó mucho con todo el proceso de tu supuesta muerte y cuando perdí al bebé. Creo que estaba tan inmensa en el dolor que acepté todo lo que me ofrecía él.- Dijo mirándolo.- Te juro que nunca dejé de pensarte, de sentirte ni un solo minuto......... Octavio. - Dijo acercándose más a él. - Sé que no todo está perdido entre nosotros, y te juro que no me daré por vencida. - Dijo antes de darle un beso corto en los labios. - No me voy a rendir tan fácil. - Dijo y se fue dejándolo contrariado. - Por ningún motivo voy a tirar por la borda 5 años junto a ti. Toda esa fortuna no se la pienso dejar a esa estúpida india, ni a ese mocoso. - Dijo mientras caminaba. - Ya vi que el viejo te quiere demasiado y no creo que no cambie el testamento y te deje fuera. Tengo que mover bien mis fichas, no voy a permitir que nadie me dé jaque mate.


Cleo: Es muy hermosa, Don Justo. - Dijo mientras hablaban en la terraza. - Es increíble el parecido que tiene con Fernando.

Don Justo: Sí, Cleo. - Dijo sonriendo. - Y me va a dar mi primer biznieto. Es como si el tiempo se detuviera y mi hijo regresara. - Dijo nostálgico. - Ella tiene su misma sonrisa.... tiene todo de él.

Cleo: Sí, es muy hermosa. - Se quedó pensativa. - Me preocupa el hecho del triángulo amoroso entre Romina, Marifer y Octavio, siento que Romina no se rendirá tan fácil.

Don Justo: Pues, por lo que vi, Romina tiene todas las de perder. Nunca había visto a Octavio tan enamorado de una mujer como veo en sus ojos que está de María Fernanda.

Cleo: Y ella de él. Vi en sus ojitos lo triste que se puso al entrar aquí hace rato, después de que Romina fuera a buscar a Octavio.

Don Justo: Quiero convencerla de que venga a vivir aquí, quiero tenerla cerca. Puede estar en el Chalét, está equipado y hasta tiene su propia cocina.

Cleo: Entiendo que quiera conocerla, pero no creo que ella quiera venir aquí. Es difícil para ella descubrir que tiene a otra familia, y que el hombre que ama pertenece a ella, aparte de que está casado con otra mujer. No sería justo. - Dijo con pena.

Don Justo: Pues sí, pero es mi nieta Cleo, quiero compartir con ella, cuidarla y darle todo el amor que se merece.

Cleo: Y se lo dará, solo debe ir despacio. - Dijo con una sonrisa.


Ámbar: Disculpa haberte molestado.- Dijo mientras bajaba las escaleras del departamento de Juan Carlos.- No sé cómo pude olvidar ese portafolios. Tiene documentos importantes.

Juan Carlos: No te preocupes.- Dijo sonriendo.- Es más, puedo llevarte a la pensión en la que se van a hospedar.

Ámbar: No, no te preocupes.- Dijo seria.- Nos vemos.- Dijo dándose la vuelta, pero él la tomó del brazo.

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