Capítulo 4: Sensaciones

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Indio Arcadio: A ti te estaba buscando, nde mbopo'a'ypapyre" (Desgraciado). - Dijo antes de darle un puñetazo a Nacho que lo dejó en el piso. - Nunca me inspiraste confianza. Mis entrañas me gritaban que mis nietas iban a sufrir. - Dijo tomándolo por la solapa de la camisa. - Ellas no tendrán a su padre, pero me tienen a mí.

Nacho: Arcadio, yo le puedo explicar. - Dijo asustado.

Indio Arcadio: ¡kirirĩ! (silencio).- Le gritó enojado.- Ennaku tinka enngua - Dijo con enojo. Lo soltó y escupió en el suelo tapando con tierra la saliva.- Las malas decisiones traen malas consecuencias. Y tú y Cielo enfurecieron a nuestro Dios.

Nacho: Arcadio por favor, no diga nada se lo suplico. - La traición se paga con azotes y que te destierren y yo.... yo no quiero. - Dijo asustado. - Además, yo amo a Marifer, lo que me pasó con Cielo fue debilidad. - Dijo antes de recibir un puñetazo que lo dejó sangrando por la nariz. -

Indio Arcadio: El hombre tiene la capacidad de elegir su destino, y elegir cual camino andará.- Dijo tomando su sombrero que se le había caído.- Decisión pekambia rape haǧua penemba'énte ha ndaha'éi avave mba'e. (La decisión de cambiar de dirección es de ustedes y de nadie más).- Te quiero lejos de mis nietas, si no quieres ver la furia de la madre tierra, en mí. Aléjate de ellas. - Dijo y se fue.

Nacho: pyʼaju índio (maldito indio).- Dijo con desprecio mientras se limpiaba la sangre.- Tus amenazas no van a impedir que Marifer sea mía. Ella es mía, solo mía y ni tú ni nadie hará que me aleje de ella.

Los Ángeles, California

Cleo: Por favor Don Justo, tiene que comer algo.- dijo preocupada mientras trataba de darle de comer.- No ha probado bocado desde que se enteró lo que pasó y estoy muy preocupada por usted.

Don Justo: Déjame Cleo.- Dijo con lágrimas en los ojos.- Quiero morirme. Mi nieto Cleo, mi muchacho. Murió igual que mi hijo. - Dijo tomando un retrato de su hijo que tenía en su mesita de noche.- Mi Fernando murió de la misma manera. ¿por qué Dios se ensaña así conmigo? - Dijo llorando.

Cleo: No diga eso. - Dijo acompañándolo en sus lágrimas. - Yo sé que es un golpe muy fuerte y que con la noticia que nos dio Benjamín, las esperanza se fueron al piso. Pero yo siento que mi niño está vivo.

Don Justo: ¡Ay Cleo!, no me des falsas esperanzas mujer. Sin mis nietos yo no tengo nada que hacer en esta vida.

Cleo: No, no diga eso. Benjamín lo necesita, ¿no ha pensado en el?, ese muchacho ha estado al pendiente de usted desde que se fue a buscar noticias de su hermano, él también lo necesita. Trate de comer, por favor, hágalo por mí, por Benjamín, y por mi niño Octavio. - Le dijo con cariño, y él procedió a comer.


Juan Carlos: No puedo creer que ya no estés hermano. - Dijo mientras veía una foto de él y Octavio. Sus lágrimas inundaban sus ojos.

Lucy: Permiso señor.- Dijo limpiándose las lágrimas.- Ya convoqué a la prensa para mañana, como usted me pidió.

Juan Carlos: Gracias Lucy.

Lucy: Ay señor!, voy a extrañar mucho al señor Octavio. - Dijo limpiándose las lágrimas.

Juan Carlos: Yo también Lucy.... Yo también. - Dijo con tristeza.


Romina: Tranquilízate Romina, tienes que tranquilizarte. - Dijo caminando de un lado para otro. - Tienes que parecer la esposa sufrida, porque cualquier movimiento en falso, mandas todo al caño. - Dijo y sentó en la cama.- Maldito Benjamín, no me gusta que tú tengas el control de la situación. Tengo que tener mucho cuidado contigo. Siento que me puedes traicionar en cualquier momento. - Dijo seria.



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