Capítulo 24: !Es tuyo!

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Romina: Esto es una falta de respeto por parte de Octavio. - Gritó enojada.- ¿Cómo usted lo va a apoyar en semejante disparate?.

Don Justo: Cálmate Romina. - Le dijo serio. - Octavio es un hombre adulto hija, por más que quise oponerme no me hizo caso. – Se acercó a ella. - Tienes que entender que Octavio ya no es el mismo de antes, y que en su vida hay otras personas que son importantes para él.

Romina: ¿Se está escuchando? - Se expresó molesta.- ¡Su nieto se engaña con otra mujer y usted lo justifica diciendo que ella es importante para él!.

Don Justo: A ver, tú eres la menos indicada para hablar de engaños, porque si a esas vamos tú y Benjamín hicieron lo mismo.

Romina: No es lo mismo. - Se dio la vuelta y se abrazó así misma. - Yo a Benjamín no lo quiero, es un hombre maravilloso, pero no lo amo. Si llegó a pasar algo entre nosotros es porque yo estaba mal, me sentía sola, destruida y vi en él una tabla de salvación.

Don Justo: Pues para mí es lo mismo. - Se acercó nuevamente a ella y la giró hasta quedar frente a frente. - Octavio conoció a esa muchacha cuando no sabía que nosotros existíamos. Y perdóname lo que te diré, peor nunca vi a mi nieto tan desesperado por alguien, como lo i cuando se enteró que esa muchacha estaba pasando por una situación difícil. - Dijo serio. -NI siquiera contigo lo vi así, lo que significa que realmente está enamorado de esa muchacha.

Romina: No.- Gritó. - Octavio me ama a mí, es que no puede ser posible que se haya olvidado del amor que nos teníamos solo por esa india apestosa. - Dijo llena de rabia.

Don Justo: ¡Basta, Romina! No voy a permitir que te expreses de esa manera tan despectiva. - Dijo serio. - Entiende que ya no hay nada entre mi nieto y tú. Sé que es difícil para ti, pero es algo con lo que debes a aprender a vivir. - Dijo y salió del estudio.

Romina: No, de mí no se van a deshacer tan fácil. - Dijo molesta. - Yo me casé con Octavio para darme la gran vida, para ocupar un lugar en esta sociedad de gente poderosa, y no voy a tirar por la borda todo lo que he logrado por una estúpida india.


Octavio

Estaba desesperado, quería verla, abrazarla, decirle cuánto la amo. Cuando la vi de lejos mi cuerpo tembló de emoción, me acerqué a ella y la llamé. Ella se tensó, estaba de espalda. Yo sentía que el corazón se me iba a Salir del pecho. Poco a poco se giró y es ahí cuando necesité que alguien me agarrara porque juro que iba a caer al suelo, ver ese pequeño bulto que sobresaltaba ese vestido de maternidad que llevaba hizo que el corazón galopara más. Estaba embarazada. Un hijo era demasiado. Ella lucía pálida, ojerosa y con los ojos rojos e hinchados. Cuando escuché que aquel idiota decir "nuestro bebé", no podía creerlo. Me negué a la idea de pensar que Marifer pudo olvidarme en tan poco tiempo, y lo peor, darle un hijo a ese tipo. No, no, ese niño es mío, lo siento en mi corazón. Ese niño del que una vez ella y yo hablamos mientras estábamos abrazados después de haber hecho el amor, ese niño tenía que ser mío. Mi alma volvió a su estado normal al escucharla decir "es tuyo" .

Marifer: Sí, sí es tuyo.- Dijo por fin.- Es tuyo..... Es nuestro- Dijo en medio de sollozos. Octavio no aguantó más y la abrazó tan fuerte sintiendo como ella correspondía a su abrazo.

Octavio: Mi amor.- Dijo dejando salir unas lágrimas. Agustín los miraba con tristeza, no podía soportar verlos juntos amando a Marifer como lo hacía. Se dio la vuelta y se fue, dejándolos solos.-Te amo, te amo con toda mi vida.- Dijo dándole un beso en los labios para luego abrazarla de nuevo.- Te extrañé tanto, siento tanto lo de tu abuelo.- Se separó de ella y limpió sus lágrimas.- No sabes cómo me hubiera gustado estar aquí contigo. Perdóname, nunca debí irme y dejarte sola.- Le expresó angustiado.- Debí estar contigo cuando te enteraste que él.- Acarició el vientre de Marifer.- Venía en camino.

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