Capítulo 28: Así son las cosas

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Ámbar: Por favor Juan Carlos, contéstame. - Dijo mientras estaba en un teléfono público. Marifer había decido irse sola a México y por más que le insistió no pudo convencerla.

Juan Carlos: Buenas. - Dijo al levantar el teléfono. -Ámbar. - Dijo con una sonrisa.- Que bueno que me llamas, estaba preocupado por ustedes.

Ámbar: Juan Carlos no tengo mucho tiempo. Necesito que me ayudes. - Dijo preocupada.



Romina: ¿Estás seguro que esta.........- Dijo mirando de arriba abajo a Cielo y con desprecio? -¿Señorita, puede ayudarnos en nuestros planes?

Cielo: Esta, tiene su nombre. - Dijo molesta mientras cruzaba los brazos. - Así que le exijo que respete si quiere que yo también lo haga.

Romina: Mira estúpida, a mi....................................

Benjamín: ¡Ay ya! -Gritó. - Parecen un par de verduleras. Romina, ella nos será de mucha ayuda. Odia a la india esa y sabes cuáles son sus puntos débiles.

Cielo: Es que todavía no puedo creer que Marifer sea tu hermana. - Dijo seria. -¡Qué suerte tiene la desgraciada esa!

Benjamín: Yo diría que más que suerte, es mala suerte, porque yo no pienso compartir nada de mi herencia con esa zarrapastrosa y mucho menos con ese engendro que espera. - Dijo con odio. - Así que vamos a organizar nuestro próximo golpe. - Dijo mientras empezaban a hablar.



Marifer: ¿Por qué? - Se preguntaba mientras esperaba el llamado de su vuelo a México. - ¿Por qué me estaba pasando todo esto? - Sus lágrimas empezaron a bajar. -Chiquito. - Dijo acariciándose el vientre. - Mi bebé, mi curumi. Te juro que haré que nada de esta pesadilla te afecte. Te lo juro.

"Pasajeros con destino a la ciudad de México, favor abordar por la puerta 6"

Marifer: Bueno. - Dijo limpiándose las lágrimas. - Aquí vamos. - Dijo, pero antes de empezar a caminar, sintió que la agarraron por el brazo.

Octavio: Tu no vas a ningún lado. - Dijo serio. - Tenemos que hablar.

Marifer: ¿Qué haces? - Preguntó soltándose con brusquedad de él.

Octavio: Tú no te vas a ningún lado, porque yo no lo voy a permitir.

Marifer: No me puedes prohibir nada. Yo necesito irme de aquí, ya no puedo más, necesito alejarme de toda esta monstruosidad. - Dijo sin poder evitar contener las lágrimas.

Octavio: Y entiendo perfectamente cómo te sientes. - Dijo preocupado. - Pero por favor, Necesito que me escuches. - Le suplicó. - Por favor, solo ven conmigo. Si después de que hablemos decides irte, te juro que no me opondré. Pero por favor, ven conmigo. - Dijo y ella lo miraba con lágrimas en los ojos.



Ámbar: Ojalá Octavio pueda detenerla. - Dijo caminando de un lado a otro. - Es muy terca y está muy dolida.

Juan Carlos: Tranquila, sé que Octavio la convencerá.

Benjamín: ¿Qué pasa aquí?.- Preguntó mientras entraban él y Romina a la casa.- ¿Qué hace esta mujer acá?.- Preguntó con malestar provocando que Ámbar volteara los ojos con fastidio.

Don Justo: Benjamín, por favor no empieces con tus impertinencias. - Dijo serio. - ¿qué diablos te está pasando?

Ámbar: Déjelo Don Justo, sus palabras no me afectan. - Dijo mirándolo.

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