Temporada Inesperada. (Carlos Sainz Jr Fanfic)

Capítulo 16.

Carlos.

-¿Y luego qué pasó?-Pregunto con voz casi inaudible.

Estoy acostado en la cama del hotel con la preciosa Paula a mi lado. Tiene una mejilla sobre mi pecho y mi brazo rodea sus hombros por la parte de abajo.

-Resulta que ellos ya se conocían desde antes.-Levanta la cabeza y me mira bastante emocionada, lo que evita que suelte un bostezo. El cansancio me está ganado por la noche tan ajetreada que tuvimos-y con ajetreada me refiero a la fiesta en la que se convirtió la reunión de ayer-y lo único que quiero es dormir ya, pero no he podido porque Paula al parecer ha leído un libro por primera vez y quiere contarme lo genial que fue.-Tres años para ser exactos. ¿Puedes creerlo? ¡Nunca sospeché que ella perdiera la memoria y olvidara a su amado!

-¿El que el chico conociera perfectamente los gustos de la protagonista no te dijo nada?-Le he estado prestando mucha atención desde el inicio, así que no me fue difícil intuir el final.-¿O quizá las lagunas mentales que tenía la chica? Ah, y lo del accidente del amigo.

-Oh.-Sonrío perezosamente al ver como deja caer nuevamente la cabeza sobre mi pecho. Mi mano va a su cabello y empiezo a acariciarlo suavemente.-Pues creí que solo le ponía bastante atención como para conocer sus gustos. O qué solo era un loco acosador...

-Pudo ser. Hay varios libros así.

-¡Pero este es muy bonito y melancólico!¿Como algo puede ser bonito y triste a la vez?

Me mira con el ceño fruncido. No estoy seguro de si quiere que responda o solo se lo pregunta a sí misma. Vale. Creo que tengo que responder. Quedarme callado puede hacer que sienta que no le presto atención.

-Bueno...

-No, no me respondas.-Levanta una mano, indignada.-Tienes que leerlo primero, si no no lo entenderías.

-De acuerdo, lo leeré.

Ella asiente convencida. Y lo digo en serio, leeré ese libro del que lleva hablando más de una hora.

-No es que te esté presionando.-Ahora suena avergonzada.-Sé que casi no tienes tiempo...

-No importa.-Tomo su mano y la jalo hacia mí. Ahora estamos frente a frente y sus piernas están sobre las mías. Acaricia mi nariz con la suya y una sonrisa se extiende por su rostro. Su cabello castaño cae a ambos lados de su cara dándonos más privacidad de la que ya tenemos.-Apuesto a que lo termino en una noche.-Agrego con una sonrisa socarrona. Mis manos van a su cintura y empiezo a acariciarla de arriba a abajo.

-No puedes desvelarte.-Me recuerda.

-Podríamos aprovechar una de estas fiestas después de la carrera, como la de ayer, por ejemplo. ¿Crees qué estas fiestas no duran toda la noche?

-Tienes un punto.-Deja un beso en mi mejilla e intenta incorporarse, pero aprieto mi agarre en su cintura impidiéndolo.-Tengo que ir por Jack.-Comenta al ver que no tengo intenciones de soltarla.-¿Recuerdas que mi trabajo es cuidarlo?

Gimo de frustración porque tiene razón. Tiene que cuidar de Jack, ya que ese es el único motivo por el que está aquí... Pero quizá pronto eso ya no sea necesario.

-Está bien.-Dejo que se aleje.-Te acompaño.

-Carlos,-Dice mientras se pone las converse blancas que siempre usa.-solo es un piso hasta la habitación de los Wolfe. No creo que sea necesario.

-¿Qué dices, preciosa?-Digo en un tono burlón fingido al mismo tiempo que me levanto de la cama y busco mis zapatos.-Hablaba de solo acompañarte a la puerta, nunca pasó por mí cabeza ir hasta la habitación de Toto.