—¡Es que ese es el problema!—Exclama Irritada. Suelta su mano de la mía para pasarse ambas manos por la cara.—Sé que no me gustaba ese trabajo, pero tampoco sé qué es lo que quiero realmente.
No es la respuesta que esperaba. Pero he notado que Paula es así de impredecible.
—¿Por eso aceptaste este trabajo? ¿Para pensar en lo que quieres?
—Algo así.—Divaga. Es como si quisiera decir algo más, pero no sabe cómo hacerlo—No quiero tener planes ni nada de eso, solo quiero vivir y disfrutar de lo que el destino pone en mi camino. Y lo descubrí justo cuando al dejar mi trabajo Susie me comentó que necesitaba a alguien para cuidar de Jack. Dije ¿Por qué no empezar desde ahora? Y pues...¡Aquí estoy!
Okay. No es mucha la información que conseguí, pero esto solo me causa más curiosidad por saber de ella.
Canadá.Es increíble lo rápido que ha pasado la semana. Y tener estos nervios antes de correr me encanta porque así el tiempo no se me hace eterno cuando no veo a Paula.
Me despedí de ella el lunes por la mañana porque tenía que resolver unas cosas en España, y ahora, estoy a punto de volverla a ver. Lo que me recuerda que quizás mañana tenga que comprar otras flores y llevárselas a Paula, porque la que me quedé yo ya empieza a marchitarse. Hago una nota mentalmente: Antes de salir al circuito tengo que pedir que las dejen en su habitación.—¡Carlos!—La voz de mi padre me hace sobresaltar. Había olvidado que lo tengo a mi lado.—¿Dónde tienes la cabeza?
—Pegada al cuello, Sainz.—Bromeo.
Una pequeña broma que no le hace gracia a mi padre.
—Hablo en serio. Te estoy hablando y parece que tú estás en otro lugar. ¿En qué tanto piensas?
—En la carrera de mañana.—Miento descaradamente.
—Probablemente haya algo de lluvia, pero confío en tí y sé que lo harás genial.
—Gracias.—Le digo palmeandole la espalda.
Él hace lo mismo conmigo antes de darme un apretón en el hombro.
—Ahora como te decía, ¿quién es la chica con la que te vimos en Mónaco?
—Una amiga.
Oh, no. Error. ¡Grande error! He contestado demasiado rápido.
Pero no es mentira. Paula y yo solo somos amigos. O estamos en el proceso.
—Oh, entiendo... ¿Te gusta?—Me mira de reojo mientras da clic al botón para llamar el ascensor.
Lo miro, desconcertado.
Espero que Oñoro no haya ido de bocazas.
—¿A qué viene eso?
—Simple curiosidad.—Curva los labios hacia abajo y se encoge de hombros.—Es bonita.
—Sí, es bonita. ¿Y eso qué?
El ascensor llega y ambos entramos en él antes de que las puertas se cierren. Pulso el botón para ir al primer piso y el ascensor de inmediato empieza a descender lentamente.
—Nada. Solo ten cuidado, y piensa que tu carrera como piloto está en ascenso. No necesitas distracciones.
Me abstengo de rodar los ojos y lo único que hago es negar con la cabeza, terminando la conversación hasta que llegamos a la recepción del hotel y cada uno toma su camino. Él va por mis hermanas al aeropuerto y yo voy al restaurante del hotel para encontrarme con Paula.
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Temporada Inesperada. (Carlos Sainz Jr Fanfic)
RandomPEQUEÑO FIC DE CARLOS SAINZ, MI ESPAÑOL FAVORITO. Cuando Paula acepta el trabajo de niñera del hijo del director de la escudería Mercedes, es consiente de que tendrá que estar rodeada de los hombres más guapos y codiciados por las chicas: los pilot...