Capítulo 24.

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—¡Venga, tío! A tí te encanta nadar.

—Ahora no me apetece. Estoy muy cómodo aquí.

Suspira y vuelve a tumbarse a mi lado. Estamos en el yate de sus padres, con sus hermanas y Caco.

—¡Te has vuelto un aburrido!

Le grita Ana desde abajo, en el agua. La verdad es que no sé cómo esa chica tiene tanta energía para pasear por el agua, no ha parado de nadar desde que llegamos.  Convenció a Blanca de ir con ella, y ahora intentan convencer a Carlos. Parece que tiene pereza de ir, estos días que hemos pasado aquí lo he notado con menos energía y, a mí, por supuesto que me está pegando su pereza, paso durmiendo más tiempo de lo que acostumbro...

—¡Paula, convence a Carletes! Solo a tí te hará caso.—Blanca me saca de mis pensamientos.—Vengan a nadar. ¡El agua está deliciosa!

Carlos suelta una especie de gruñido al ver que me pongo de pie.

—Vamos.—Le tiendo la mano.—Quiero nadar.

—No, no quieres.—Mira mi mano extendida con los ojos entrecerrados y luego me mira.—Sé lo que intentan.

—Sí, intentar que vengas con nosotras.

Al ver que no toma mi mano me encojo de hombros y le doy la espalda. Me acerco a las escaleras del bote, y lentamente empiezo a destacar el nudo de la mascada azul que me cubre el trasero. Hacía un buen de tiempo que no uso traje de baño que al ponermelo hoy, me sentí un poco acomplejada. Peeero. Carlos, por supuesto, no paró de decirme lo bien que me quedaba y que debería usarlo más seguido. Le encantó cuando me vio con él. Yyyyy, ahora voy a usar eso a mi favor.

Dejo caer la tela al piso y me ato el cabello en un moño con una liga qué llevo en la muñeca. No pasa mucho tiempo cuando siento a Carlos ponerse a mi lado. Sonrío, victoriosa.

—Vale. Hace calor, y quiero refrescarme un poco.

—Si eso quieres...

Esbozo una sonrisita traviesa. Acerco lentamente mi boca a la suya y, cuando cierra los ojos, aprovecho para lanzarlo al agua junto a sus hermanas.

—¡¡Paula!!

Sus hermanas no tardan en empezar a atacarlo como si hubiera lanzado un pedazo de carne a pirañas hambrientas. Me divierte la manera en que Carlos se lleva con ellas... Nunca entenderé el cariño de hermanos, son de esos que se hacen maldades, y se dicen de lo peor, pero ante cualquier cosa siempre están ahí.

De un momento a otro ya estoy corriendo por todo el bote intentando que Carlos no me atrape. Quiere venganza por lo que le hice. Es inútil, el bote es pequeño y no hay a donde pueda huir. Termino forcejeando con Carlos.

—¿A qué te recuerda esto, preciosa?

Esa bendita palabra. Siempre que me llama así logra que me ponga roja como un tomate. Tiene mi cintura rodeada con un brazo y con la mano libre toma mi barbilla y me hace mirarlo.

—Algunas cosas nunca cambian, ¿eh?

—No me vas a tirar del bote.—Le aseguro sonriendo.—Me puedo lastimar.

—¿Estás tratando de manipularme?

—¿Yo? Noo. ¡Qué va! Solo te digo lo que puede pasar.

—Por esta vez lo dejaré pasar, pero no cantes victoria aun.

Tras eso último, se inclina ante mí y une nuestros labios en un beso.

                                    •••

Temporada Inesperada. (Carlos Sainz Jr Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora