Capítulo 31.

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¿Culpable o no?


No recuerdo cómo llegué aquí. Cada vez que intento recordar algo, por mi mente solo pasan imágenes a toda velocidad de Carlos despidiéndose de mí antes de subir al monoplaza, algo sobre un incendio, los mecánicos corriendo por todos lados.... Y luego a Heater gritando por ayuda mientras me sostiene de la cintura.

Parpadeo un par de veces hasta poder adaptarme a la luz blanca cargadora. Mi cabeza duele un poco, y siento un horrible ardor en el estómago. ¡Mi vientre!

Rápidamente llevo mis manos a mi vientre y me doy cuenta de que llevo una bata blanca. Quiero sentirlo, ¡no! necesito sentirlo.

—Al fin despiertas, nenita.

Mi corazón se salta un latido y la garganta se me cierra al escuchar ese apodo. James.

—¿Qué quieres?

Lo puedo sentir detrás de mí, pero me niego a girarme para verlo. O no lo sé con certeza, ahora mismo me siento muy mareada, no siento el cuerpo. Es como si estuviera flotando en el aire.

—Ver como estás, por supuesto. ¿Sabes? Alguien por ahí me dijo lo que pasó... Qué pena que el piloto de quinta se vaya sin conocer a su hijo... Oh, no. Espera. ¿Aún lo tienes?

Al ver que no digo nada, continúa.

—Veo que nadie te lo ha dicho.

Su tono es como un balde de agua fría que me hace despabilar. Ahora ya entiendo todo. ¡El accidente de Carlos!

—¿Decirme qué?—Mascullo.

James se mueve hasta quedar a mi lado. Entiendo que estoy en el hospital al verlo vestido de médico. Lo único que resalta entre el cubrebocas y el gorro son sus ojos azules.

—Querida. ¿Pensaste que podrías dejarme para irte a embarazar de otro?—Muevo a un lado mi rostro cuando intenta tocarme la mejilla. Ese gesto parece enojarlo más.—¿Creíste que te sería así de fácil deshacerte de mí?

—No...—digo con dificultad.—¿C-cómo entraste?

El solo hecho de tenerlo tan cerca me hace mirar con pánico la puerta, deseando que alguien entre, pero todo está tan silencioso que supongo que es de noche y todos deben de estar dormidos o en la habitación de Carlos. No he sabido nada de él, y, juro por dios que no quiero creerle a James nada de lo que vaya a salir de su maldita boca, sin embargo, el que nadie me haya dicho nada me obliga a hacerlo.

—Ese tipo tiene un buen equipo de seguridad, pero ninguna enfermera se niega a recibir unos miles de dólares.

Cierro con fuerza los ojos al sentir un ardor en mi entrepierna

Por favor, bebé, me niego a aceptar tu partida.

—Vete.—Ordenó al mismo tiempo que tomo en un puño las sábanas.

—¿Ese bastardo te hizo sufrir demasiado? ¿Sabes por qué te duele?

Niego con la cabeza. El dolor empieza a disminuir.

—Solo tenía planeado quitar al piloto de quinta de mi camino...

—¡Tú! ¡Tú le saboteaste el auto! ¡Eres un hijo de puta!

Al hacer fuerza al gritarle a James, vuelvo a sentir ese ardor entre mis piernas.

—No voy a negarlo. De todas maneras ya vienen por mí, el maldito gato que contrate para hacer el trabajo sucio fue tan estúpido que no vio las cámaras de seguridad.—Lo veo rodar las ojos y, a través del cubrebocas, tensa la mandíbula.—Ya lo arrestaron

Temporada Inesperada. (Carlos Sainz Jr Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora