Dogma

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Colocó la ultima tela en el rectángulo de tela que descansaba en el piso y se levantó para contemplarlo en totalidad y asegurarse que todo estuviera alineado antes de colocar los alfileres en las letras

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Colocó la ultima tela en el rectángulo de tela que descansaba en el piso y se levantó para contemplarlo en totalidad y asegurarse que todo estuviera alineado antes de colocar los alfileres en las letras. Era demasiado perfeccionista en esas cosas.

La puerta del cuarto se abrió haciéndola voltear y sonreír al ver aquellos orbes malva que le quitaban el aliento con solo mirarla superficialmente. Pero él miró la tela en el piso con cierto análisis y leyendo detenidamente el versículo que tenía formado con las letras doradas.

―¿Qué tal?―Quiso saber la castaña mientras veía el gesto indiferente del sacerdote al cual estaba acostumbrada.

―Se ve bien, tal vez un poco más abajo la ultima palabra y quitar la imagen, solo el texto servirá.

Tenten obedeció retirando la imagen y descendiendo las letras que estaban hasta el final. Una vez terminó se levantó y el resultado era más agradable a la lista. Dejó salir un suspiro cansado, solo necesitaba colocar los alfileres.

―¿Todo bien en la ceremonia? ―Soltó mientras se ponía de rodillas para terminar su trabajo.

Una semana atrás Tenten le haría sugerido colocar unos carteles de manta con citas bíblicas que fueran de acuerdo al salmo de esa semana. Al inicio Neji se había mostrado un poco inseguro al respecto pero Tenten le contó lo que Umi había visto en el poblado de junto, donde solían hacerlo y algunas fotografías. Por lo que una vez que él aceptó, ella puso manos a la obra.

Había cocido la tela verde con bordes dorados que irían a juego con las letras que ella había recortado cuidadosamente durante toda la semana en sus tiempos libres en la recepción. Umi le había ayudado con los moldes por lo que ella solo se aseguraría que estuvieran perfectos. El plan consistía en tener telas de diferentes colores: blanco, verde, rojo y morado, adicional de las letras que irían a juego. Pero Tenten solo había iniciado con las verdes por el momento por la época eucarística.

El inicio había sido complicado pero sabía que esa idea le encantaría a Neji, al colgarlos en las columnas más cercanas del altar para que toda la gente que asistiera pudiera observarlo. Kiba le había ayudado con algunas letras cuando solía ir a la recepción en su tiempo libre, hablando de cualquier cosa o compartiendo algo que hubiera comprado. Tenten podía intuir que Kiba ya no le pedía acompañarlo por los rumores que seguían corriendo y la manera en la cual la gente la trataba.

Por lo que restaba mantenerse un poco recluida en la iglesia, lo cual no le molestaba. Se había acostumbrado tanto al sitio que no le pesaba como antes. Además que en su tiempo libre solía ir al centro donde nadie la reconocía y comprar las cosas que antes solía comprar ahí cerca. No es que los malos comentarios o apodos desagradables que le decían le dolían, solo quería evitar un mal rato. Y esas ultimas semanas había estado todo curiosamente tranquilo.

Lo más curioso que había sucedido era que Sakura Haruno había renunciado a la tienda que habían abierto en la parroquia. Tenten aun recordaba haberla visto, junto con Kiba, llorando mientras salía de la iglesia, dedicándole la mirada más sanguinaria que pudo. En ese momento Tenten estaba realmente confundida al respecto, porque no había hecho nada ese día que la hiciera molestar. Fuera de demostrarle que Neji era suyo tiempo atrás, no había tramado nada.

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