Excepcional

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Sus ojos malva leyeron el papel que tenía entre sus manos con detenimiento unos momentos mientras tomaba una pluma que tenía a un lado listo para poder firmar

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Sus ojos malva leyeron el papel que tenía entre sus manos con detenimiento unos momentos mientras tomaba una pluma que tenía a un lado listo para poder firmar.

Un sonido llamó su atención, la notificación de su celular que tenía a un lado. Vio la pantalla encenderse y un nombre salir. Instintivamente bajó la barra de notificaciones observando cómo le había enviado una foto. Dio clic en el nombre abriendo su chat para ver de qué se trataba.

Su pecho brincó estrepitosamente con violencia al ver la imagen de su secretaria en la pantalla, desde un Angulo desde arriba dejando entrever el escote que ese día traía y sus labios destacando por ese tono rosado que iba a juego con su vestido floreado. Se quedó ahí mirándolo, comenzando a dudar que había sido una mala idea mantener una conversación con la fémina por su teléfono y más después de que aquello había pasado en el confesionario.

Un día anterior, cuando mandó al diablo todos sus ideales de mantener el límite con Tenten únicamente con besos y sueños vividos que no pudiera controlar, lo cual hasta cierto punto seguía siendo aceptable al no poner en peligro su castidad. Ella había ido a confesarse saliendo con el hecho que no podía seguir controlándose. Neji sintió un trago amargo ante sus palabras y el hecho de que estuviera jugando de esa forma. Estaba hablando de él y esa relación que todo en él le decía que estaba mal. Tenten estaba aceptando que no podía seguir actuando de esa forma. Lo peor de todo el asunto que obligado por su educación, le aconsejó de la forma impersonal que hubiera hecho con cualquier otra persona.

Tenía que haberse opuesto a ella y decir que dejara ese tema que nunca pasaría, pero su moralidad no le permitió hacer sus consejos personales. Y eso desató a la fémina que salió del lado del confesionario sin aviso y sin una penitencia y adentrándose donde estaba él, algo que jamás había pasado. Besándolo con ferocidad y haciendo que se olvidara de todas las cosas religiosas que intentaban hacerlo razonar. Sentirla encima, sus labios perdiéndose en su garganta, todo eso contribuyó a una dolorosa erección que era apresada por su ropa habitual religiosa. Algo que muy contadas veces había sucedido. En su adolescencia había tenido sueños húmedos un par de veces, muy contadas, pero todo el placer se quedaba en esos sueños. Posteriormente desechó esas ideas metiéndose de lleno en la religión.

Recordaba su mente gritarle que eso estaba muy mal, que era incorrecto, inmoral y que si alguien lo atrapaba toda su vida estaría en peligro. Hacer algo como eso en la casa del señor y más que nada en uno de los lugares más sagrados era algo abominable de su parte, inconcebible, y muchos padres estrictos se escandalizarían diciendo que el mismísimo diablo se le había metido al correcto y recto Neji Hyūga.

Eso rondaba en su mente mientras sujetaba con la muñeca a Tenten para detenerla de esa locura.

Pero luego le dio acceso sin siquiera pensarlo, cediendo por completo cuando ella acarició su miembro por encima de la ropa, desatando una corriente placentera a cada centímetro de su cuerpo, algo que jamás había sentido antes. Sintiendo la mano subiendo y bajando por su miembro erecto, desatando descargas en cada movimiento. Era como si sueño húmedo que había tenido antes se materializaba, lo cual lo éxito aún más. En ese momento ella tocó su glande con su lengua, potencializando las descargas del placer. Y todo se fue al demonio mismo cuando se lo llevó por completo en la boca desatando la sensación más jodidamente excitante que había experimentado.

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