Tentación

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Lo siento padre, he pecado

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Lo siento padre, he pecado...

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El manto grisáceo y nebuloso se alzaba con imponencia en lo más alto, con nubes cargadas y oscuras dando aquella apariencia depresiva en el cielo. Algunas aves transitaban, aunque no la misma abundancia esperada. El agua corriendo por las coladeras limpiando las calles de toda la colonia. Algunos niños saltando en el agua estancada o colocando los barcos de papel que sus padres le habían formado.

El césped que separaba la parroquia de la casa establecida para el sacerdote seguía húmedo y sin el cuidado adecuado, podrían hundirse en el fango. Era algo bastante incomodo, pero en esos casos el sacerdote solía seguir el camino de cemento que rodeaba la iglesia e hacía el camino más largo pero que no le importaba. Prefería eso en vez de lidiar con quitar el lodo de sus zapatos.

Agradecía en serio aquel clima que hidrataba a toda la vegetación de la zona y como mucha gente, especialmente los niños, recibían gustosos esos días lluviosos. Aunque aquella apariencia nebulosa del día incitaba a la gente a mantenerse en casa y dormir sin limitaciones. Aunque Neji no podía darse ese lujo, no ahora mismo.

Kiba le había pedido un par de días libres y él no pudo negarse, no cuando él se había ausentado durante un largo rato por el problema familiar que había atravesado. El Inuzuka había dicho que tenía unos asuntos que resolver y el Hyūga no había preguntado al respecto, jamás lo hacía. Si el diacono quisiera hablar al respecto se lo hubiera comunicado cuando pidió los días, por eso mismo él no solía preguntar. No era de su incumbencia.

Debido a ese cambio en su rutina se vio a la tarea de realizar los trabajos que el Inuzuka solía realizar. Barrer la entrada de la iglesia, mantenerla limpia, regar las plantas, conservar todo en orden. Agradecía que los días que había pedido eran entre semana por lo que no había una gran actividad como los fines de semana. Se mantuvo bastante activo, moviéndose por toda la iglesia y madrugando más temprano para terminar todo antes de dedicarse a sus propios pendientes. Tenten le había ayudado los dos días anteriores a mantener esa zona aseada. No hizo tanta falta regar las plantas por que los dos días anteriores ha estado lloviendo parte de la tarde y noche, lo cual igual propiciaba que no hubiera tanto tránsito de gente, meramente en las mañanas.

Esa mañana había aprovechado para limpiar la torre de la iglesia, más específicamente las campanas. Con la lluvia era más fácil retirar la suciedad y desechos de las aves que a veces solían anidar ahí. Había subido con una escalera que se apoyaba en las campanas para alcanzar la zona más alta. Lo ideal era hacer esto con alguien que sostuviera la escalera, pero aquello sería más fácil con la lluvia. Había un charco grande debajo de la campana que terminando barrería para evitar la acumulación. Con un trapo tallaba fervientemente. Su mirada se perdió un instante hacia los lados, observando un gran charco en la parte lateral de la iglesia, terminando iría a deshacerse de ello.

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