Maldecía en su interior mientras le ponía papel aluminio al recipiente de cristal que contenía unos ribeyes y lo ingresó al horno de aquella cocina rustica. Observó el reloj en la pared tomando el tiempo de cuanto iba a demorar el horneado.
Ingresó a la regadera mientras tanto, deshaciendo cualquier olor a carne o condimentos fuera de su cuerpo. Sentía el agua recorrer su cuerpo mientras unos ojos no salían de su mente. Sus manos acariciaron partes de su cuerpo y apretó los labios con fuerza. Debía calmarse.
Pero ¿cómo iba a lograr tan osadía?
Neji Hyūga, por primera vez en su vida, la habían rechazado. Sintió un ardor en la boca del estomago de la vergüenza pasada en ese momento. Tenten se había equivocado en grande.
Inocentemente creyó que estaba teniendo avances significativos en estos cuatro meses. Al contemplar a Neji tragar profundamente cuando reveló algunos de sus pecados, esas miradas cargadas en el confesionario, esos orbes malva contemplándola con gran intensidad, miradas que agitaban todo su interior. Esos roces entre sus manos cuando él buscaba consolarla de alguna forma física. Pero aquel masaje que despertó sus más feroces instintos, generando que las cosas se fueron al carajo. Tenten de verdad iba a lanzarse encima de él en ese momento e iba a terminar profanando ese cuerpo puro. No le importaba nada jodido en ese punto. Su cuerpo mismo agonizó por tenerlo entre sus manos y dentro de ella. Por el olor masculino propio que desprendía, aquella mirada satisfecha resultante de sus manos y tenerlo tan...dispuesto.
Maldijo en ese momento al sacristán por haber interrumpido en ese momento. Aunque ahora mismo ella no podía estar segura de nada.
Por que ese grandioso avance que presumía se fue directo a la nada el día anterior que acudió a la casa del clerigo. Ella lo sintió, percibió su pulso más alto de lo normal, sus ojos hicieron contacto un leve segundo en que le acomodaba el cuello. Ella realmente pensó que había visto la señal de que lo había logrado. Sin embargo en un giro impensable de los hechos, Neji le tiró cada uno de sus avances a la basura al soltarse de forma tan contundente de su agarre ¡Ni siquiera había intentado algo! Le estaba abotonando la camisa cuando su cabeza gritaba que se la arrancara.
Y ahí supo que estaba haciendo las cosas realmente mal. Él se oponía por completo a su enchanting y no daba señales de haber dudado en lo absoluto. Vio la voluntad en sus ojos y supo que no podía seguir jugando de esa forma. Había perdido cuatro meses en esa estrategia y la ansiedad la golpeó con fuerza cuando entendió que debía jugar de otra forma.
Tenten debía contenerse aún más, por completo.
Sintió su parte intima contraerse ante esa revelación, por que ella misma lo necesitaba. Jamás se había visto atraída de esta forma por un hombre, aunque realmente nunca había tenido que esperar a un hombre. Ellos venían en su búsqueda y tenía hasta la posibilidad de donde elegir.
Tenten siempre había tenido todo lo que quería, hasta ahora.
Y eso estaba jodiendola en grande. Porque a pesar de lidiar con esa cuestión, adicional a eso debía contenerse aún más. Y de por si ya era muy complicado no querer tener sus manos sobre él todo el tiempo. Cerró la llave y tomó una toalla para salir de la ducha y arreglarse para poder recibirlo.
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Confesiones
FanfictionÉl era un santo, recto y devoto, todo parecía marchar bien, hasta que una pecadora fijó sus ojos en él y todo se fue al carajo.