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Esquivó a la gente que transitaban por el mercado que estaba cerca de la iglesia, vio un carro cargado de verduras para surtir uno de los puestos. Una mano tiró de su brazo, pegándola a la pared y a su cuerpo propio.
Tenten miró a su lado encontrando los orbes malva que le indicaban que tuviera cuidado. Ella sonrió ante la preocupación del sacerdote, aún Tenten se encontraba ilusionada del hecho de haberse quedado a dormir en la casa del sacerdote un día atrás. Tal parecía que ese hecho había dado un paso significativo en su relación. Además que ella había admitido que lo único que deseaba era estar con Neji.
A pesar de que le pesaba aún el titulo del Hyūga y de que sabía que por el momento no podrían hacer publica su relación, ella estaba realmente contenta de lo que ahora tenían y estaba satisfecha si podía estar un poco de tiempo a solas con él y estar a su alrededor todo el tiempo que pudieran. Neji estaba cediendo cada vez más a sus caricias y encuentros más veces al día, considerando que antes solamente estaba permitido un beso al día.
―Hay demasiada gente. ―Tenten sonrió mientras retomaban su camino hacia la iglesia.
Habían ido a comprar comida para poder comer juntos, bueno, con Kiba incluido, pero ese día Tenten no había hecho nada para llevar a la iglesia, se había levantado tarde y el tiempo había volado.
―Es la hora más transitada.
Neji colocó una mano cerca de la espalda de la fémina en un gesto de instinto, en precaución de un accidente. El sacerdote ni se había dado cuenta, pero ya era algo que hacia por instinto.
Saludó a un par de personas en el camino, unas sonrieron en reconocimiento de su vestimenta representativa, otras personas se asombraron de verlo ahí, como si no esperaran que el sacerdote fuera a comprar sus cosas teniendo el mercado tan cercano. Eso le pareció un poco fuera de lo común, aunque la gran parte de la gente, lo saludaba o le avisaba que lo verían pronto ya sea para confesarse o asistir a misa.
Una mujer en particular le preguntó sobre el siguiente viaje eucarístico que tendrían pero Neji no pudo responder con propiedad por que aun no lo habían planeado. Pero que cuando tuviera información pegarían la convocatoria en el tablero que estaba en la iglesia.
―Oh, mira, me encantan esos dulces.
Se detuvieron ante un puesto donde había todo tipo de dulces regionales. Tenten se inclinó ligeramente para contemplar cual eligir, tenía antojo de algo dulce pero no sabía en especifico cual elegir.
―Toma el que quieras.
Tenten se incorporó mirando al sacerdote y sonriendo con cierta complicidad.
―¿Estas invitándome, Neji Hyūga?
El la miró unos instantes y desvió su atención hacia el puesto que estaba a un lado. La castaña se rió ante su comportamiento, sabía que él era bastante caballeroso pero le avergonzaba demostrarlo y más cuando tenían que tener cuidado con demasiado gente alrededor.
