Secularización: Paso de alguien de una esfera religiosa a una civil o no teológica.
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Sus labios tocaron la copa ingiriendo todo su contenido para finalmente proseguir a purificarlo adecuadamente y secar su contenido. La música resonando en todo el recinto resaltando la voz el coro que era seguido por un par de personas.
La gente de rodillas con el rostro inclinado en las bancas, hasta que fueron tomando asiento en las bancas de madera y siguieron la letra de la canción mientras el sacerdote seguía con su rutina de purificación. Hasta que finalmente dejó las copas a un lado y levantó los orbes malva fijándose en toda la gente enfrente. Ciertamente había una mejor audiencia, considerando que era domingo, pero aún así había mucha más gente de lo normal.
Sus labios se movieron brindando la oración siguiente a la comunión, aquella que había dicho tantas veces y sus orbes malva se vieron traicionados rebuscando entre la gente hasta que finalmente se centró en un punto fijo en la pared de enfrente. Levantó sus brazos y con la mano derecha realizó la señal representativa en forma de una cruz.
―La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros...
La gente presente respondió y finalmente una ligera canción comenzó a resonar del coro dando por finalizado la ceremonia del medio día del domingo, la más relevante de toda la semana. Se acercó hasta el borde de las escaleras que descendían del altar y observó a la gente.
―Antes de retirarse, unos avisos parroquiales. ―La gente detuvo sus movimientos para observar al sacerdote. ―Esta ha sido la ultima ceremonia que he ofrendado en esta parroquia. ―Observó a la gente y al mismo Konohamaru deteniendo la música fundiendo el recinto en completo silencio. ―No podría irme sin agradecerles por el tiempo que me acompañaron como sacerdote principal de este recinto y apoyar todas las causas realizadas por el bien de la comunidad. ―Se inclinó ligeramente en señal de agradecimiento.
Pudo escuchar los susurros ligeros en el fondo y a pesar de que mordió el interior de su mejilla para contenerse, se levantó, llevándose las manos detrás de la espalda.
―¿Cómo puede irse tan de repente? ―Escuchó a Tsunade, una mujer mayor hablando.
Escuchaba a la gente susurrando.
―Padre, no puede irse así, sin una celebración, una despedida por todo lo que ha hecho por nosotros.
Varias personas secundaron las palabras de la mujer que había hablado, mientras los susurros iban subiendo por toda la iglesia. Podía escuchar los planes sobre quien daría que cosa para la fiesta. Hasta que una voz sobresalió entre la gente.
―¿Y porque decidió irse?―Una mujer que reconocía del mercado profirió aquella duda.
Una duda que toda la gente presente tenía ya que el silencio automático fue anormal, mientras todas las miradas se dirigieron al sacerdote. Neji presionó sus manos detrás de su espalda, consciente de las miradas curiosidad e inquisitivos.
