Tecleó con rapidez en el teclado, transcribiendo los nombres de los niños que le faltaban que pronto terminarían su catecismo y pasarían al siguiente año. Había terminado de pasar en limpio los eventos de ese mes que había como quince años y dos bodas pendientes.
Suspiró mientras estiraba los brazos, necesitaba terminar lo antes posible, miró el reloj en la pantalla. No había quedado con Mei a alguna hora o lugar para encontrarse, solo habían sido sus palabras, pero sabía si no se apuraba lo suficiente, podría encontrarla ahí.
Por un momento había considerado que posiblemente ella hubiera dicho un día al azar y que eso podría ser cualquier otro día. Pero Mei siempre cumplía lo que se proponía, además que posiblemente este ansiosa por atrapar a otro hombre. La paciencia no era una virtud de las fathas. El único lugar donde sabía que podía encontrarla era en la iglesia.
En primer lugar no sabía cómo pudo encontrarla ahí ¿acaso la había rastreado? O tal vez la había visto o alguien le dijo de su paradero. Sabía que no podría obtener esa información por la misma Mei por que el solo preguntarlo sería sospechoso, como si no quisiera que la encontraran. Por eso mismo su intención era terminar lo antes posible ahí e ir a buscarla, intentando suponer donde podría estar alguien como ella.
Había considerado faltar al trabajo ese día, pero sería demasiado repentino y tenía varias cosas que hacer, además que era viernes, el fin de semana siempre resultaba ser el más pesado en la iglesia y no quería dejar a Neji con más trabajo del cual ya tenía. Además que por supuesto, necesitaba verlo un poco para animarse a hacer esto.
Volvió sus dedos al teclado para terminar la última ronda de nombres, guardar el archivo en la carpeta correspondiente e imprimirla para poder dársela al párroco. Estiró la mano tomando el papel que iba saliendo y se dirigió hacia la oficina del sacerdote.
Lo encontró de pie, mandando un mensaje en su móvil. Levantó la mirada cuando la vio entrar y dejo el móvil en la mesa. La castaña caminó hacia él, entregándole la hoja.
―Ya está listo, solo es que lo firmes para poder archivarlo.
Neji dio la vuelta, tomando una pluma cercana, firmando y encarando de nuevo a la fémina que estaba ahí. Tenten sonrió al verlo peculiarmente más atractivo de lo normal. Su estómago revoloteó al recordar lo que le había dicho un día atrás, sobre cómo le gustaba todo de ella. Para la fatha siempre lo más importante había sido una cuestión física, ese era su atractivo de ellas, jamás pensó que el que un hombre viera más allá de eso, le regocijaría tan intensamente.
Su corazón seguía saltando ante el más mínimo acercamiento, su olor se adentró a sus fosas nasales, estremeciendo hasta su medula. Pasó sus brazos por el cuello del sacerdote atrayéndolo hacia ella. Él miró a la puerta, un poco inseguro de esa situación.
― ¿Qué sucede? ―Tal comportamiento era un poco extraño en ella, pero su pecho revoloteó ante la cercanía.
―Estoy por irme, pero realmente no quiero hacerlo. ―Se acercó y besó el cuello del clérigo, sintiéndolo estremecer. ―Pídeme que no me vaya y podríamos divertirnos un poco.
ESTÁS LEYENDO
Confesiones
FanfictionÉl era un santo, recto y devoto, todo parecía marchar bien, hasta que una pecadora fijó sus ojos en él y todo se fue al carajo.