Lujuria

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Sopló su aliento en sus manos y las frotó entre si mientras caminaba por las calles hasta el recinto religioso

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Sopló su aliento en sus manos y las frotó entre si mientras caminaba por las calles hasta el recinto religioso. Vio al castaño Inuzuka barriendo con cierta pesadez la entrada y balbuceando algo entre labios. Una vez que estuvo cerca comprobó que estaba cantando alguna melodía.

Kiba siempre parecía tan energético, a pesar de que madrugaba para poder realizar todas las labores que eran necesarios en la iglesia. Limpieza y mantenimiento de ciertas áreas. Tenten le ayudaba a mantener adecuadamente su área de trabajo y de ver en cuando limpiaba la oficina del párroco. Dependía de su carga de trabajo.

―Buenos días, Kiba. ― Saludó más que nada porque su presencia sería detectada.

El castaño levantó la mirada y saludó en respuesta, acercándose para acortar el espacio personal de la fémina, algo que siempre disfrutaba hacer. Era bastaste sugerente con esas sonrisas que parecían... querer comerla. Algo que le parecía tan curioso considerando que era el sacristán de la iglesia. Pero ellos no hacían esa absurda regla del celibato, por lo que Kiba disfrutaba su sexualidad o eso dejaba entrever.

Si tan solo Neji fuera así, no fuera un sacerdote o fuera más despierto... aunque Tenten reflexionó al respecto hace unos días atrás. Si Neji fuera alguien fácil... no sería tan apetecible. No sería un reto, el mayor que había tenido en toda su existencia. Eso era lo que lo hacía tentador y que hacía que todo el tiempo que estaba malgastando ahí fuera retribuido.

―Saldré un rato a comprar un par de cosas. ― Informó Kiba un poco más tranquilo. ― Deben venir por una cuestión de fechas para una boda en el transcurso de la mañana. ―Tenten asintió mientras recibía la información. ― Te encargo que me ayudes un poco a sacudir la oficina.

Tenten asintió nuevamente mientras pensaba que sería un día movido con la limpieza. Aunque ya había terminado gran parte de sus pendientes en papeleo. Tenía un poco de tiempo libre que podría aprovechar. Dio media vuelta para dirigirse hacia su escritorio.

―Oh, Tenten, Neji demorará un par de días más. Una semana más tentativamente.

Tenten detuvo sus pasos súbitamente al escuchar esa última noticia ¿Neji demoraría más tiempo en venir? Presionó los labios en una mueca mientras decidió seguir su camino hacia su lugar de trabajo. Sintiendo una opresión ligera en su pecho, algo que jamás había experimentado y que la confundía en demasía.

Tomó asiento en su escritorio y contempló durante un largo rato la puerta cerrada de la oficina, anhelando que en ese momento se abriera para dejar ver ese rostro que había detallado anteriormente. Prendió la computadora y comenzó a garabatear los pocos nombres que le quedaban en el archivo para finalizar sus labores. En un intento de mantener ocupada su mente ante el hecho inminente. Se sentía muy tonta al extrañar a alguien que solamente se había ido un par de días.

La pluma se detuvo súbitamente cuando la palabra extrañar le picó la lengua, anonadada al haberla usado con algo referente a su persona. ¿Ella extrañando a alguien?

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