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Salgo del cuarto que compartimos con Maia en casa de su hermano, y como cada mañana desde que llegamos hace cuatro días, me tropiezo con Noan, que está sentado frente a la puerta de su pequeño dueño. Me agacho, le acaricio la cabeza y después se acerca para que lo alce.

-Es muy temprano todavía para que Tomi salga, así que vení, vamos afuera. -Camino con él en brazos y bajo las escaleras.

Entramos en la cocina un minuto después, y me detengo cuando veo a Beltrán sentado en una banqueta frente a la isla central, tomando mate y leyendo unos documentos que son de su trabajo. Lo sé porque lo hace todos las mañanas.

-Buen día. ¿Otra vez frente a la puerta de Tomás? -Apunta al cachorro.

-Buen día. Sí, ahí estaba, plantado esperando a su dueño.

-Es un escurridizo, lo había dejado afuera. -Niega con la cabeza, poniendo atención otra vez en el papel en su mano.

Sonrío, y me acerco a la puerta que lleva al jardín. Dejo ahí a Noan, y vuelvo sobre mis pasos.

- ¿Querés unos mates o preferís otra cosa? Ahí hay café -apunta detrás suyo.

-Acepto los mates. -Me siento de frente a él, mirando los papeles esparcidos en la barra.

Permanecemos callados un rato, hasta que deja a un lado el documento que revisaba y me mira.

-Quisiera hablar con vos sobre algo que Maia me planteó. Saber tu opinión. -Dice sin preámbulo.

-Sí, claro, decime. -Lo observo atento.

Asiente mientras ceba distraído.

-Anoche que nos quedamos acá los dos, ella me comentó que quiere ir a ver a Hernán -apenas dice eso, frunzo el ceño. -Supongo por tu cara que no te dijo nada.

Me pongo tenso, porque así es.

-No. No me dijo. -Confirmo incómodo.

-Me lo imaginé -tuerce el gesto. -A mí también me sorprendió, porque a pesar de que ese tipo está coma, no me gusta la idea de que ella se acerque a él.

- ¿Te dijo por qué quiere verlo?

Se encoge de hombros.

-Dice que solo lo pensó, todavía no está segura . -Ahora el que asiente soy yo, y no digo nada. - ¿Qué pensás vos de eso?

Suspiro.

-Lo mismo que vos. No me hace gracia -declaro, reflexionando el por qué no me comentó nada. -Pero si es lo que ella quiere... -Me entrega el mate y le doy un sorbo.

Regalame tu Sonrisa (Libro 2) Retos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora