✯ 1 ✯

162 44 24
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Subimos las valijas al baúl del taxi, entusiasmadas porque finalmente nos vamos.

- ¿Están seguras que no quieren que las llevemos? -Reitera mi tío Gregorio, ayudándome a acomodar el último bolso en la cajuela.

-Segurísimas, ya tenemos el taxi acá; además en un rato te tenés que ir a la clínica y no queremos retrasarte -Contesto agradecida.

Él me sonríe con gran afecto.

- ¡Ay chicas, me gustó mucho tenerlas acá! -Se aproxima mi tía Susana, que nos da un abrazo rápido a cada una. -Si necesitan algo, o les falta alguna cosa nos avisan, ¿Sí? -Nos dice cariñosa.

Los miro con cariño, agradecida. Gregorio era el hermano de mi mamá. Tanto él como Susana, su mujer, nos recibieron a Natalie y a mí en su casa cuando llegamos a Buenos Aires. Durante los dos meses que duró nuestra estancia, nos trataron con mucha amabilidad, y nos ayudaron mucho este tiempo.

-Sí, tranquila, los buscaremos si necesitamos alguna cosa -Le doy un beso -De todas formas vamos a venir a visitarlos.

-Eso seguro, ya somos fans de sus milanesas señora Susana. -Aporta mi amiga, guiñándole.

-Eso espero, quiero que vengan tanto como puedan. La casa se sentía tan distinta gracias a ustedes... Más; cálida.

-Gracias por lo que me toca, Susi. -Murmura burlón mi tío.

Ella gira sus ojos.

-Sabés a lo que me refiero Greg -Le dice divertida -Desde que los chicos se fueron, se quedó como vacía, y nosotros que tan poco estamos... -Añade con nostalgia refiriéndose a sus hijos.

-Pronto esa tranquilidad se va terminar, amor. Acordate que vamos a ser abuelos en nos meses -Le recuerda él abrazándola.

Todos sonreímos.

Un minuto después nos despedimos.
Subimos al taxi, y mientras éste nos aleja, suspiro bajito, nerviosa, por llegar a nuestro nuevo hogar.

✯ ✯ ✯

- ¡Aaaah, hogar dulce hogar! -Se alegra Natalie cuando entramos.

Con los brazos extendidos a ambos lados, gira un par de veces, haciéndome sonreír.

-Al fin, ya estamos acá -Suspira. -Estoy imaginando como podemos decorar todo. -Manifiesta ella caminando hacia el pasillo que lleva a los cuartos. Entra en uno, y sé que lo va a elegir para ella. -¡Me encanta este, ya es mío! -Lo sabía.

Sonrío negando, mientras entro en la cocina.

Tiene buen tamaño, aunque no es tan grande como me gustaría. Le hace falta un cambio de color a las paredes, y renovar las alacenas. Fuera de eso está en perfecto estado. Abro los cajones, encontrando bastante suciedad.

Regalame tu Sonrisa (Libro 2) Retos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora