✧ 39 ✧

57 27 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°∘˚˳°

Entro al cuarto seguido de Coco que me pisa los talones. Dejo mi mochila en una banqueta junto a la puerta, me quito las zapatillas y después el ambo quedándome en boxer. Me siento en el borde del colchón, mientras Coco se sienta delate de mí y me mira inclinando la cabeza de un lado a otro.

Lo acaricio, pensando en la escena de antes cuando llegué. Momentáneamente me preocupé por lo que hubiera pasado, creyendo que Georgina estaba ahí por otra razón. Sé que no debería estar alerta en cuanto a ella, no es una mala persona, ya pasó mucho tiempo y no tiene motivos para actuar de mala manera. Sin embargo es inevitable que me inquiete saberla cerca, sobretodo por Maia. Pasó por momentos muy malos por culpa de ese tipo, y no quiero que nada la perturbe ni le haga dudar de nosotros.

Coco gira de pronto alejándose de mis manos, ladrando alegre mientras se va del cuarto. Intuyendo que es Maia quien llegó, sonrío y también voy hacia el living.

Está de espaldas haciéndole mimos a Coco que se retuerce por la atención, contento. Durante un momento los veo interactuar, hasta que siente mi presencia y voltea a verme. Se queda quieta y sus ojos se abren grandes y brillantes al notar que solo llevo el boxer puesto.

-Hola. -La saludo de nuevo, sonriendo divertido por el rubor en su cara. - ¿Pasa algo? -Pregunto burlándome en tanto me acerco a ella.

-Estabas impaciente por sacarte tu uniforme... -comenta, añadiendo una sonrisita sagaz.

-Estoy más impaciente por sacarte a vos la ropa -digo con la voz ronca, atrayéndola hacia mí. Siento su cuerpo estremecerse cuando la envuelvo con mis brazos pegándola a mi pecho. -En dos horas me voy, así que no perdamos el tiempo... -Atrapo su boca y la levanto, provocando un gemido de sorpresa brote de su garganta.

Camino hacia el baño despacio sin dejar de besarla en todo el trayecto hasta que ambos estamos dentro. Maia se ríe cuando la dejo en el suelo, y la beso con más fuerza, con todo el deseo acumulado.

-Te extrañé, ¿se nota? -Declaro besándola ahora en su barbilla, bajando hacia el cuello.

-Muy poco -Responde irónica, soltando suspiros.

-En un rato no te van a quedar dudas -le advierto con travesura. Ríe otra vez, dándome una palmadita en el brazo.

-Estas muy juguetón... -Observa.

Baja sus ojos a mis dedos que empiezan a despojarla de su ropa.

-Te extrañé, florcita. ¿Eso está mal?

-Para nada. Es solo que...

- ¿Qué? -La insto, acariciando sus labios con los míos.

Admiro su piel cuando la despojo de su prenda, y como reacciona ante mi atención.
Se me para más que el corazón al ver su delicada piel, su suavidad.

Regalame tu Sonrisa (Libro 2) Retos Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora