Ya había pasado por lo menos una semana, entre pocas palabras y malas miradas, de hecho, gran parte de las noches, las habíamos pasado en habitaciones diferentes, y sinceramente, ya yo me estaba cansando de la situación, me desesperaba no tener a Paola de la manera a la que estaba acostumbrada a tenerla. Claro que había pensado en hacerle algo para arreglarnos, pero todo esto lo causo ella, aunque trataba de entenderla, sus celos eran normales, solo que su reacción, pues, no supo manejarla.
El día lunes, Paola dejo la casa temprano, al despertar revise y vi que no estaba en la habitación, todo estaba recogido, como si no se fuera quedado en casa esa noche; decidí dejar eso así y baje a la cocina a preparar un café, pero me encontré con una carta que decía exactamente:
"Samantha, me tortura el hecho de no poder dirigirte la palabra, y no sé porque no lo hacemos, es la primera vez que llegamos a este punto. Te he echado de menos, he pensado en cada cosa que se refiere a ti, tu sonrisa, tus ojos, tu manera de caminar y hasta el sonido de tu respiración por las noches, me hace falta el calor de tu cuerpo, no consigo hallar el sueño sin tus besos. Si tan solo un minuto hubiese podido tus labios rozar. Que estupidez de mi parte dejar que una semana transcurriera así, y no te culpo a ti. Me culpo a mi...No quiero que más barreras nos separen; y perdón si no soy buena a la hora de escribir, pero esto es algo que sale de mi para ti. Para no aburrirte más: He dejado una llave sobre el mostrador que está en la entrada en la casa, Ve al closet de la habitación de huéspedes, ahí hay un cofre, ábrelo, lo que está dentro es para ti, te espero a las ocho de la noche en el restaurante de la Av. 14. Debes tener puesto todo lo que está en el cofre. Te amo."
Mis ojos se llenaron de lágrimas, me sentía también culpable de todo esto, no era para tanto. Reaccione de mis pensamientos, me limpie los ojos y fui corriendo a buscar la llave, la tome y subí corriendo al segundo piso, entre a la habitación y abrí el closet; efectivamente había un cofre, no era tan grande, pero era hermoso, tenía detalles antiguos, y un color caoba que lo hacía maravilloso. Introduje la llave y la gire, me quede un momento ahí, con la llave dentro del cofre, sin seguro, pero sin abrirlo aún, respire profundo un par de veces antes de levantar la tapa. Cuando por fin lo destape, me quede observando lo que había dentro del cofre; primero, estaba un collar y un par de aretes, los tome en mis manos para observarlos por un momento, los puse en la cama y luego saque una camisa que estaba doblada, era de color purpura y tenía algunos detalles en negro, el pantalón que lo acompañaba era completamente negro y ceñido al cuerpo, con algunos detalles brillantes, era sinceramente hermoso... Cuando acabe de sacar todo había un pase de un salón, uno de los más completos y costosos de la ciudad, el sobre en el que estaba metido el pase decía: "Tienes hasta las dos para asistir, ellos saben que hacer contigo".
Por arte de magia se dibujó una sonrisa en mi rostro cuando empecé a imaginar lo hermosa que sería aquella noche. Me levante de la cama y baje corriendo a tomar un desayuno rápido, que cuando lo termine volví al segundo piso y me puse un jean, unos tenis y la camisa. Salí de la casa corriendo, me subí al auto y fui a la tienda, le dije a una de mis encargadas que se ocupara de la tienda hasta que yo volviera, luego fui al banco y seguidamente al centro comercial, a visitar la otra tienda, pero| cuando iba caminando pase frente a una joyería y me quede hipnotizada en una de sus vitrinas, donde había una hermosa cadena con un dije bien particular, en mi cerebro solo decía "Eso tiene el nombre de Paola"; sin pensarlo más entre y lo pedí, cuando me lo dieron lo tome en mis manos.
-¿Es para alguien en especial?
-Mi esposa. -La vendedora se sorprendió un poco, imagino no estaba acostumbrada a escuchar a una mujer decir eso.-
-Oh bueno, el dije puede abrirse, y además puede grabar su nombre o sus iniciales.
-¿Se puede hacer eso para ya?
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¿Amigas?
RomancePaola y Samantha son mejores amigas desde su niñez, pero han notado qué su amor sé ha tornado diferente y sentirán la necesidad de amarse una a la otra. No será fácil pero lucharán por su amor y por vivir una intensa relación.