Capitulo 16

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Empezaron a consumirme los sentimientos de ira, celos y odio.  ¡¿Qué acababan de ver mis ojos?! Decidí mantenerla calma y esperar la reacción de Paola. Pero vaya reacción, por lo menos esperaba que le notificara que yo era su prometida y que no debió haberla besado, pero no, Paola se levantó de la mesa sin siquiera mirarme a los ojos y la tomo por la espalda apartándola del lugar en que estábamos. En mi mente solo podía escuchar la frase Cálmate Samantha, cálmate”. Empezaron a conversar y yo no pude controlarme más, así que tome mis cosas y salí del restaurante sin que Paola lo notara. Tome un taxi y le pedí que me llevara de vuelta al hotel, recuerdo que se llamaba NH Atlanta Brussels y quedaba muy cerca del centro de Bruselas, así que cuando baje del taxi no entre al hotel, si no quede afuera a caminar, así sería más el tiempo que tendría para calmarme antes de ver a Paola.

Pasaron algunas horas, quizá unas tres horas cuando decidí volver al hotel, esperaba encontrar a Paola ahí, pero cuando entre a la habitación no había nadie, quizá me estaría buscando pensé, revise mi celular y estaba apagado, quizá por eso no había sonado, ya me había calmado bastante, así que a todo intentaba darle una explicación que no me hiciera enfadar. Al cabo de una hora, por causalidad de la vida me asome por la ventana de la habitación, que tenía vista justo a la entrada del hotel.  Veo a Paola bajarse del auto que habíamos alquilado y dejárselo al valet parking. Me retire de la ventana y me senté en la cama ella entro a la habitación y me miro…

    -¿Dónde estabas?

    -Aquí.

    -¿Por qué te  fuiste?

    -Lo siento, me sentí un bulto entre tu amiga y tú, por cierto, gracias por presentarla.

Ella se acercó a mí y emano un suave olor a licor. Me genero repulsión.

      -De verdad pudiste esperar a que le explicara…

      -¿Lejos de mí?

      -No, solo que…

      -No hace falta que me expliques Paola, ya entiendo todo. Y deberías darte una ducha, apestas a alcohol.

Ella no menciono una sola palabra más y se metió a la ducha, pude ver en su cara algo de tristeza pero realmente en ese momento nada me importaba, absolutamente nada.

Decidí pedir la cena para ambas con anticipación, yo no quería estar enfadada con ella en este viaje tan importante para ambas. Cuando ella salió de la ducha, entre yo para hacer lo mismo, y cuando me estaba duchando, Paola entro al cuarto de baño, en bata de baño y…

     -Perdóname por favor.

     -Jamás vuelvas a ignorarme y menos a ocultarme algo.

     -Jamás.

Y dejo caer su bata, quedando desnuda, entro a la ducha conmigo y comenzó a besarme. Genial, seria sexo de reconciliación, amaba esto, era simplemente lo mejor y más excitante en una relación; pero llamaron a la puerta y Paola me dijo que era una botella de vino que había pedido, que por favor acabara de ducharme rápido, me esperaba afuera. Tarde por lo menos veinte minutos en el baño antes de salir.

Mis ojos quedaron perplejos al ver lo que había hecho Paola… La cama estaba llena de pétalos de rosas, velas por todos lados, la cena, las copas llenas de vino, sabanas de seda, luces bajas… Un completo ambiente romántico, digno de perdonar lo que fuera.

     -Futura esposa, permítame…-y me dio la copa d vino-

     La creatividad de esta mujer era infinita.

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