Capitulo 9

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     Ahí estábamos, una vez más en ese lugar. Bajo los efectos del alcohol, nos tiramos a la grama, una al lado de la otra, recordando maravillosos momentos de nuestra niñez, no dejábamos de reír con cada anécdota que relatabamos. Pero, luego de un rato nos quedamos en silencio, observando las estrellas. Yo me senté y la mire; ella correspondió a mi mirada y aquel momento aplaco los efectos del alcohol. La bese, necesitaba hacerlo, fue un impulso, un impulso que llevo a mucho. Me tendí sobre ella y sin dejar de besarla comencé a acariciar su suave y corto cabello; luego comencé a besar su cuello. Sí que era sensible, ya Paola estaba comenzando a acelerarse, su piel se erizaba con cada roce de nuestras pieles, comenzamos a respirar más fuerte, llegue a sus senos y empecé a besarlos; pero Paola me detuvo y se levantó.

    -¿Qué tal si nos ven?

    -No importa

   -Sí importa. No quiero que me vean tenido sexo.

   -Ya Paola, no tendremos sexo, haremos el amor, a la luz de la luna, bajo las estrellas. No importan si nos ven, así todos sabrán que te amo.

    Se “calmo”, se “relajo” y se dejó llevar, mientras yo le quitaba el vestido, la deje en ropa interior, pero con mi boca quite su brasier, dejando al descubierto sus preciados senos, comencé a besarlos, a estimularlos… no podía parar de besar su esbelto cuerpo. No deje ningún pedazo de piel en blanco, mis besos habían sido plasmado en cada centímetro de su suave y delicada piel. Pose mi mano derecha sobre su sexo, acariciándolo suave y delicadamente, pero Paola no parecía lo suficientemente complacida con eso, su mirada suplicaba más, así que puse mi rostro frente su vagina… Jamás nada, me había producido tanto morbo, como el sentimiento de saber que le proporcionaba tanto placer, podía escuchar sus gemidos mientras mi lengua se movia en ella, no queria parar, no podia parar. Cegada por el deseo introduje mis dedos en ella...

    -¡¿Qué diablos es eso?!

  Me aparte apenada, asustada por su pregunta, pensé que algo iba mal. Le pregunte que ocurría.

    -Es la Policía.

   -Mierda.

      Paola se puso rápidamente su vestido y dejo su panty y su brasier en el piso.

   -Bunas noches señoritas.

   -Buenas noches, oficial.

   -¿Qué hacen por acá a esta hora dos hermosas damas?-El otro oficial dejo escapar una risa, murmurando damas, en modo sarcástico-

   -Pues disfrutamos de la noche, mientras nos distraemos.

   -Vaya distracción.

   -¿Por qué lo dice?

   -Están teniendo sexo en un lugar público.

   -Bueno…

   -Eso no está bien jovencitas.

   -Lo sabemos, pero…

   -Miren ya cállense, huelen a alcohol, solo permítanme llevarlas a su casa, no está bien que conduzcan en ese estado.

   -No es necesario, de verdad.

   -Entonces a la comisaria.

     Luego de dialogar, accedimos y subimos a la patrulla, mientas el otro oficial condujo mi auto. Paola no menciono ninguna palabra en ningún momento, supongo que estaba apenada, y eso era mi culpa. Nos dejaron en casa a la media noche. 

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