-¿Estás hablando en serio?
-¿Desconfías de mi?
-No.
-Dejate llevar entonces.
La propuesta de Paola... Bueno, fue la propuesta de Paola. Su imaginación podía volar muy lejos y alto, jamás en mi vida había pensando experimentar tal cosa qué me estaba proponiendo.
Saco de su maleta un extraño aparato, con cosas qué parecía ser unas correas.
-¿Qué es eso?
-Un juguetito.
-¿Para qué lo usarás?
-Ya verás cariño.
Tomo su "juguetito" y se lo puso en la entrepierna. ¿Dónde estaba la Paola callada, tímida, sumisa, reservada... qué yo conocía? Se había ido, pero esta Paola me encantaba, era tan dominante, tan capaz de llevarme al infierno de la mejor manera posible, orgasmos. Y si, infierno, porque podía sentir mi cuerpo arder de placer.
-¿Estas lista mi amor?
-Siempre lo estaré para ti.
Ya estaba entendiendo su propuesta. Sexo... Me tiro a la cama y se lanzó sobre mi, besándome, tocándome, halando mi cabello... Me puso boca abajo y me habló al oído...
-¿Estas segura de quererlo?
-Sólo házlo, ya me has puesto como jamás me había visto.
Colocó aquel "juguetito" sobre mis glúteos, y luego aplicó un líquido aceitoso, lubricante, supongo. Yo realmente no veía nada, me sentía nerviosa, pero estaba muy excitada, ansiosa de que hiciera eso... Pronunciando un cálido "Te amo" entró en mi. Eso se sintió increíble, sólo un poco de dolor, pero el placer opaco aquello. Yo odiaba desesperarme tan rápido, pero odiaba la lentitud cuando estaba tan excitada y desesperada.
-Continua, más rápido.
-Mi amor, pero...
-Sin peros.
No se que me ocurría, pero necesitaba sentirme diferente. Paola me tomo del cabello, y comenzó a tomar una actitud muy dominante y posesiva conmigo. Logre observar su cara, que demostraba placer y excitación. Luego, ya no pude verla más, mi cara fue a dar a la cama, dejando levantado mi "trasero". Esto se sentía tan bien, logre experimentar cosas, que jamás había sentido, sensaciones extrañas de placer; no me conocía, no la conocía, era como hacer el amor con una completa extraña, una extraña a la que conocía muy bien. Sentí que durante aquel éxtasis de placer mi alma salió, viajó, se sintió libre de hacer lo que quisiese, por primera vez no sentí pudor de nada, jamás había logrado sentir en esto con ninguno de los hombres con los que estuve. ¿Como era posible que una mujer hiciera esto? ¿Por que era más placentero con una mujer? Pero, decidí dejar las preguntas aún lado y volver a dónde estaba.
Paola dejó escapar fuertes gemidos y yo no pude retenerlo más. Saco su "juguetito" para esta vez introducirlo con mayor fuerza y ahí llegó, el suyo y el mío a la vez, quizá ese fue el mejor orgasmo que yo haya tenido, bueno hasta aquel momento. Paola por su parte, cayó a mi lado, exhausta de aquel momento, no mencionó ni una sola palabra, solo sonreía y respiraba como si le faltara el aire. La mire, me miró, sonreímos...
-¿Puedo?-le pregunte con algo de vergüenza, con mi mano puesta en aquel "juguetito"-
-No, créeme que ya no puedo más, solo retíralo de mi. Y perdone que le rechace su petición señorita Miler.
¿Retíralo de mi? ¿No puedo más? ¿Acaso no quería sentir placer? ¿Cómo pudo acabar si...? Deje de hacer preguntas y desabroché los tirantes del "juguetito" y para mi sorpresa, parte de aquel aparato estaba dentro de su vagina, lo saque, y se encontraba... Bueno aquello era un mar. Ya veía, que traviesa y curiosa era estar mujer. Ella solo observaba mientras lo sacaba, y luego la bese; besos breves pero seguidos. Hasta que nos quedamos dormidas una al lado de la otra.
Aquella noche descanse cómo nunca, se sentía tan bien dormir a su lado, sabiendo que era solo para mi, que la tenía ahí... Nuestra primera noche en Bélgica fue increíble, pero no sabia...
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¿Amigas?
RomancePaola y Samantha son mejores amigas desde su niñez, pero han notado qué su amor sé ha tornado diferente y sentirán la necesidad de amarse una a la otra. No será fácil pero lucharán por su amor y por vivir una intensa relación.