Capitulo 35

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-Positivo, si, así es, positivo ¡Estoy embarazada mamá! Regreso a casa en una semana con Paola.

...

No existió antes emoción más hermosa en mi vida que recibir la noticia de que la inseminación había salido perfecta. Paola y yo estábamos tan felices de que todo esto fuera posible...

-Vamos a comprar una cosa para nuestro bebe amor.

-O nuestra bebe...

-¿Niña o niño?

-Si tiene tu sangre ya es perfecto, si es niña o niño igual lo amare, pensé una vez, bueno sinceramente no lo pensé, solo que existía la posibilidad de que jamás pudiera tener hijos Paola, y el hecho de recibir esta noticia es realmente valiosa para mí.

-Este es nuestro presente.- se acercó a mí y puso su mano sobre mi vientre- y este o este bebé, es nuestro futuro.

-Lo se mi amor, gracias...

-¿Oh, con que gracias?

-Si Pao.

-¡Quiero mi pago!-me tomo y me acerco un poco brusco a su cuerpo, acerco su boca a mi oído y susurro- quiero.... ¡Sexo!

Entre risas le respondí: -Estas loca, estamos en la calle.

Me puso la mano en el hombro y señalo con su dedo-Mira, un hotel.

-No estarás....

Me halo de la mano y empezó a caminar rápido en dirección a ese lugar.

-Paola pero...

-Ya calla Samy.

En cuestión de escasos minutos estábamos ya en el lobby del hotel, cumplimos todo el protocolo de siempre y en otros minutos la llave de la habitación, sería la llave de nuestro paraíso.

-Ven Samantha hagamos el amor, pero hagámoslos para unirnos, como se mezclan las mas delicadas esencias para el más valioso perfume. Hagamos el amor como si fuera la última vez que lo vamos a hacer. Como si mañana se acabara el mundo, como si una de las dos desapareciera de este mundo luego.

-Viajemos a un universo paralelo donde lo único existente sea el placer de nuestros cuerpos y el insaciable amor que son capaces de emanar nuestras almas.

Ella se acercó a mí de la manera más delicada, toco mi piel como si tocara seda, toco mis labios con los suyos y unió sus manos con las mías. Susurro a mis oídos cinco veces que me amaba, y me llevo a la cama. Me acostó en ella lentamente si dejar de acariciarme, me despojo de cada prenda con la merecida atención y delicadeza que se debía. Paola comenzó a besar mis pies y poco a poco subió a mis piernas, una por una, no dejo de jugar con sus manos en ellas; beso mi vientre, beso mi abdomen, beso mi pecho, beso mi cuello, beso mi rostro, beso hasta mis manos y cada uno de sus dedos, mi piel se erizaba con cada roce de sus labios, podía sentir electricidad recorrer mi cuerpo, podía sentir el deseo y podía sentir como se esparcía en cada parte de mí.

-Paola permíteme...

Ella no dijo ni una palabra, pero comencé a besarla y a desabotonar su blusa, se la quite, le quite el brassier, le quite absolutamente todo sin dejar de acariciarla, podía sentir su respiración, su corazón latir, su piel erizarse, sus pezones endurecer junto a mi pecho, junto a los míos. Empecé a tocar sus senos y lleve uno a mi boca, coloco suavemente mis labios en su pezón y lo bese, lo volví a tomar y lo succione, la tercera vez con mis dientes los apreté un poco y los solté y de ella salió un suave gemido. Repetí lo mismo varias veces, implementando mi lengua, en un seno y en el otro, hasta que vi sus ojos y sus labios, vi como se mordía los labio, así que comencé a bajar por su vientre con besos, y llegue a sus pubis, me le quede viendo y ella a mí, las dos sonreímos al mismo tiempo, ella bajo dejo caer su cabeza hacia atrás y abrió un poco más las piernas. Me dejo ver su vagina, cubierta de toda esa humedad, no lo pensé mas y comencé a besarla, solo por encima; automáticamente tu vientre se me contrajo lo que me dijo que no sería fácil, por lo tanto pase mis brazos por sus piernas y la tome fuerte mientras introducía mi lengua directo a su clítoris. Paola se movió bruscamente pero eso me aparto de ella, de hecho, comencé a aumentar la velocidad con la que movía mi lengua ahí, la baje hasta la entrada de su vagina y con mucha presión la subí de nuevo hasta el clítoris, par de veces. Luego, cuando contrajo su vientre y lo soltó, le introduje la lengua ahí, soltó un grito, que expresaba mucho placer; una y otra vez la introduje, le hacía presión en el vientre mientras movía mi lengua dentro de ella... por un momento se quedó completamente inmóvil, suspendida, con el vientre elevado, temblaba y fue ahí cuando lo hizo lo más rápido posible, la tome fuerte y lo soltó, dejo caer su cuerpo y sus piernas se movían un poco.... Salió todo aquello que no dudo en saborear... me solté de sus inquietas piernas, y subí a besarla, y a repetirle lo mucho que la amaba.

¿Amigas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora