LAS LEO PECADORAS.
SU BLOQUEADOR PARA IRNOS AL INFIERNO Y COMENCEMOS.
CAPITULO DEDICADO A
DELANO.
Prácticamente seguí a la feliz familia que al parecer por fin solucionó sus problemas, cerrando la puerta del despacho con seguro para que mi pequeña lora revoltosa, si se les escapa, no le diera por regresar aquí y me encontrara en alguna posición que, o la traumatiza, o la asusta, porque quiero ser de todo menos suave con la pelinegra que me mira desde el escritorio hambrienta y temerosa.
¿Temerosa por qué? Esta no es la primera vez que follamos, pero nunca la había deseado tanto cómo ahora, y yo siempre la deseo.
— ¿Qué sucede, Ivanna?
Pregunté por pura caballerosidad, separándole las piernas, encajando mi cuerpo entre ellas, subiéndole el vestido ajustado que abraza sus curvas, aguantando el jadeo que amenaza con salir al ver que va sin bragas.
Es una provocación abierta y yo no soy muy bueno con el autocontrol.
Observo de reojo como su piel expuesta se ruboriza de deseo y soy incapaz de mantener las manos quietas, dándole un apretón a esos deliciosos muslos que muero por probar con la boca y marcarlos.
Muero por escucharla decir que quiere ser mía.
— Estoy... nerviosa.
Admité y separa un poco más las piernas en el proceso, meciendo las caderas ligeramente, sugerente, su cuerpo y su boca no están conectadas hoy.
— ¿Nerviosa por qué? Si esto no es lo que quieres, voy a detenerme, sabes las reglas, esto lo deseamos ambos o no ocurrirá.
La tranquilicé quitando mis manos de su cuerpo, apoyándolas a cada lado de sus caderas, prestandole toda mi atención a la forma caliente en la que se muerde el labio.
— Lo deseo, claro que lo deseo, pero esta vez es diferente.
— ¿Diferente cómo? Explícame.
— Diferente porque... soy... una mujer libre, una mujer que ya no... se entregará a otros, y yo no sé cómo catalogar eso, digo... esto — señalándonos— Me da miedo estar haciendo el loco. Normalmente oculto mis inseguridades tras la careta de la ironía y las estupideces, pero contigo no puedo porque tú me ves, me escuchas, sabes que algo pasa, cómo ahora, y generalmente los hombres ignoran mi inseguridad y toman lo que quieren de mí para luego marcharse, pero tú llevas tanto tiempo aquí que... no lo sé, no sé cómo reaccionar.
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Condéname (+21) #2
RomanceLIBRE DE PECADOS 2 Jelena siempre supo que su vida no era un cuento de hadas, sólo... no pensó que el infierno siempre fue su hogar, no pensó que las pesadillas y los demonios la acechaban incluso antes de nacer. Viktor le quitó todo, la posibilidad...