Capítulo 14

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JELENA

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JELENA.

Semanas antes...

Maldije internamente, contando hasta veinte antes de abrir los ojos y ver al sonriente de mi marido despertarme de mi siesta, siesta que merezco luego de haber estado peleando en la Jaula toda la noche.

No me gusta que cuestionen mi autoridad ni mi fuerza, por lo tanto, les demostré que tanto daño puedo hacer si me provocan, y se los demostré una y otra vez, tengo los brazos fatigados, los nudillos destrozados y un feo moretón en el pómulo izquierdo, pero por lo general, estoy bien, sigo viva, lo que quiere decir que gané todos y cada uno de los enfrentamientos.

— ¿Qué, Alexander? Quedamos en que yo dormía y tú te hacías cargo ¿Sucede algo grave?

Soy consciente de que mi estado anímico ha sido bastante malo estos días.

— Bueno... todo está bien.

Encogiéndose de hombros.

— ¿Se murió alguien?

Pregunté.

Él no me despertaría sin razón alguna.

— No... todos respiran, lamentablemente, me haría feliz si Misha se ahoga con el almuerzo, soy consciente de que te coquetea seguido.

Tomando asiento en la cama.

— Misha les coquetea a todas — Rodando los ojos— ¿Los niños?

— Bien alimentados, Alex durmiendo en mi oficina y Tanya con Lev, asustando a su noviecito el peluquero que le conseguiste.

Deslicé la mano por mi rostro, perdiendo la paciencia.

— Entonces, Alexander ¿Qué puede ir mal para que me despiertes? Sigo con sueño, te amo, pero eso no me impedirá clavarte una navaja en un ojo haber si así recapacitas y miras mejor con el ojo que te queda que estoy descansando.

El muy tonto expresó el pánico cruzar por esos ojos, pensando que realmente sería capaz de apuñalarlo ¿Qué tan bestia cree que soy? Sólo soy una humilde ex monja con mal humor por sueño, nada más.

— ¿Debo esconder los cuchillos o era una mentira piadosa?

Preguntó temeroso, dando un paso atrás.

Hombres, tan tontos y literales siempre.

— No lo sé, lo dejo a tu imaginación ¿Puedes decirme qué necesitas de mí?

Perdiendo la paciencia.

— Bebé, tú sabes que como tu esposo siempre estoy atento a tus necesidades ¿Cierto?

Tomando asiento a mi lado.

— Cierto.

Asentí.

Alexander era increíblemente atento conmigo, no se me despega.

Condéname (+21) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora