28. Buenas noches, Cenicienta.

2.3K 168 25
                                    

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 28

ʙᴜᴇɴᴀꜱ ɴᴏᴄʜᴇꜱ, ᴄᴇɴɪᴄɪᴇɴᴛᴀ

ʙᴜᴇɴᴀꜱ ɴᴏᴄʜᴇꜱ, ᴄᴇɴɪᴄɪᴇɴᴛᴀ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Sadie

Estuvimos un rato más charlando, hasta que me vibró el móvil, anunciándome un nuevo mensaje de Finn, de Millie o de Caleb. Los tres preguntaban dónde me había metido. Le contesté solo a Millie, comunicándole que me fui a casa y que se lo comentara a los demás. Miré justo en ese momento la hora y me percaté de que ya era algo tarde y que debía volver a casa. Blair se ofreció a llevarme, a pesar de tener la pierna herida. En un principio me negué, pero ella insistió y, cuando apareció Louis, ya no pude seguir rechazando su oferta, ya que él sería quien me llevaría en el coche, junto a Blair.

Ellos dos se encontraban en los asientos delanteros mientras que yo estaba en el de atrás, justo detrás de Louis, quien me estaba dando conversación durante el corto camino. En cambio, algunas veces mi mirada se desviaba a Blair y me entristecía verla callada con los ojos clavados en sus manos, las cuales estaba jugando con el cordón de la sudadera.

Louis llegó a las indicaciones que le mostré y me despedí de ellos con un gracias para luego bajarme del vehículo. Blair no había abierto la boca en todo el viaje, ni siquiera para decirme "adiós", y eso me había afectado un poco. A pesar de que apenas nos conociéramos, el poco tiempo que lo pasé con ella fue increíble y, por mucho que Blair estuviera en un mundo algo desagradable para mí, eso no iba a impedir que quizás en algún futuro podamos ser buenas amigas y, por ello, que ella no me hubiera dirigido la palabra me dolió.

Antes de marchar, me giré para mirar el interior del coche, donde se encontraba Blair respondiéndole algo a Louis, quien parecía estar regañándola por algo. Suspiré y le ordené a mis piernas caminar hacia el porche de mi casa. Sin embargo, antes de que introdujera la llave en la cerradura de la puerta, unos pasos me alcanzaron, sobresaltándome. Me giré, asustada, y me encontré con su rostro.

—Perdón —se disculpó Blair por el susto. Parecía algo avergonzada.

—No pasa nada —le hice saber con una sonrisa—. ¿Todo va bien? —inquirí, preocupada por su inesperada acción de bajar del coche y acercarse a mí.

—No me despedí de ti —se lamentó sin mirarme, dándome algo de ternura y provocando que mis comisuras se alargaran aún más, elevando de esa forma mis mofletes—. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me percaté de que ya te ibas y... Agr, soy idiota. —Sacudió su cabeza y soltó un fuerte suspiro.

—Hey, no digas eso. No lo eres —rectifiqué, intentando animarla—. Y no pasa nada por lo anterior. No te voy a cuestionar por ello, tranquila.

—Ya, ya —murmuró, nerviosa.

Nunca me hubiera imaginado que la chica que amenazó a Finn y que vendía drogas en el instituto me iba a dar tanta ternura por su timidez y nerviosismo. La primera vez que me topé con ella, cuando por poco atropelló a mis amigos, me dio una imagen de chica ruda y arrogante, como si no le importara todo aquello que la rodeaba.

Stranger Feelings (Sadie Sink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora