1. Nunca os consideré mi familia

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1
ɴᴜɴᴄᴀ ᴏꜱ ᴄᴏɴꜱɪᴅᴇʀᴇ ᴍɪ ꜰᴀᴍɪʟɪᴀ.

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1ɴᴜɴᴄᴀ ᴏꜱ ᴄᴏɴꜱɪᴅᴇʀᴇ ᴍɪ ꜰᴀᴍɪʟɪᴀ

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Narra Sadie

La luz matinal entró por el cristal de la ventana de mi habitación, la cual tenía una cortina que se me olvidó echar anoche. Arrugué mis facciones y me di la vuelta en la cama, soltando pequeños quejidos por el despertar. Anoche, como solía pasar, me quedé hasta tarde en casa de Millie con los chicos y ahora levantarme me estaba costando muchísimo.

Escuché el crujido de la puerta, anunciándome que alguien la había abierto para entrar a la habitación. Esa misma persona me movió el brazo, intentando levantarme.

―Venga, cariño, ya es hora de despertar ―comunicó mi madre, Lori, con un tono de voz dulce―. ¿No querrás llegar tarde a clases, no? ―cuestionó con vacile.

―Ya estaba despierta ―refunfuñé y doble la almohada en mi cabeza para evitar que la luz traspasara por mis párpados.

―Pero no levantada ―se separó de la cama y pone sus manos en forma de jarra en su cintura.

―Ya voy ―gruñí y le hice caso, colocándome recta en la cama, con las nalgas bien posicionadas en el colchón, y elevando el tronco.

―Así me gusta ―manifestó y me revolvió el pelo, despeinándomelo aún más.

Después de espabilarme, me di una ducha y me vestí con una gran sudadera naranja, de mi color favorito, y unos vaqueros simples. cepillé mi cabello pelirrojo y me miré al espejo. Tenía ojeras, pero eso no iba a ser motivo para maquillarme, ya que me daba pereza a estas horas de la mañana.

―Cariño, Finn ya está en la puerta ―me hizo saber mi madre, asomando su cabeza por la puerta de mi habitación.

―Que espere ―ironicé con una sonrisa.

Cuando mi madre se fue, agarré la mochila y salí de mi cuarto. Bajé las escaleras encontrándome con mi madre y mi padre, quienes se despidieron de mí con un beso en la mejilla o frente.

―No te comportes mal, pequeña ―me advirtió mi padre y yo simplemente rodé los ojos con una sonrisa.

Salí de la casa y me dirigí al coche de Finn, en el que ya iban montados todos los chicos. Mi residencia era la última de todas. Abrí la puerta del vehículo de seis plazas y me senté junto a Millie, mi mejor amiga.

―¿Ya se te pegaron las sábanas, zanahoria? ―se burló Finn, mirándome por el espejo retrovisor con una sonrisa pillina.

Mi respuesta fue sacarle el dedo del medio, haciendo reír a los demás.

Narra Blair

Después de una noche agotadora, llegué a casa y me dirigí directamente a mi habitación, intentando evitar encontrarme con mi madre adoptiva, Natalia. Subí las escaleras con cuidado y me adentré en mi habitación, cerrando la puerta con disimulo. Enrollé mis manos en la parte baja de la camiseta con intenciones de quitármela, ya que dormía normalmente en ropa interior, pero mi madre entró justo en ese mismo instante, deteniendo mis acciones y haciendo que volteara.

—¿En serio acabas de llegar? —cuestionó Natalia con el semblante reflejando enfado.

—¿En serio aún me controlas con esta edad? —vacilé sin ganas.

—No, pero tampoco voy a descuidarte —se cruzó de brazos.

Solté un suspiro a la vez que rodé los ojos.

—¿Dónde está Louis? —preguntó.

—Ni idea, estará por ahí, ya es mayorcito —me encogí de hombros y me dirigí a la cama para destaparla.

—Solo espero que no se metáis en líos —casi que suplicó desde la puerta.

—Claro, somos niños buenos —ironicé con una sonrisa falsa y mi mirada clavada en Natalia. Seguidamente me senté en la cama y tomé el móvil para mirar los mensajes.

Justo en ese momento llegó Ian, la pareja de Natalia, y se puso al lado de ella.

—Esto no puede seguir así, Blair —negó y se colocó en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

—Tú no tienes ni voz ni voto aquí —solté una carcajada sin mirarlo a la cara, pues mi vista estaba clavada en la pantalla del móvil.

—Blair, no trates así a Ian —me regañó Natalia.

Ian no era realmente mi padre adoptivo, sino la nueva pareja de Natalia. Ella anteriormente estuvo con Joe Kerry, con quien nos adoptó a Louis y a mí cuando teníamos trece años. En ese momento era una pareja joven y feliz, mas con el paso del tiempo la relación no funcionó del todo y cuando yo tenía quince años, lo dejaron, aunque siguieron siendo esos amigos que eran antes de empezar a ser pareja. No obstante, Joe decidió despejar la cabeza y se fue Inglaterra a trabajar.

Durante ese tiempo Joe conoció a más personas, con quienes no tuvo un buen final, mientras que Natalia se hizo pareja de Ian Scott, mi supuesto padrastro.

—Ian tiene razón —Natalia siguió hablando—. El plan que lleváis Louis y tú tiene que acabar.

—Natalia —alcé la vista y la miré, desafiadora—. Joe y tú sabíais cómo éramos nosotros antes de adaptarnos y aun así lo hicisteis, así que ahora no me vengas con esto.

—Tampoco te pongas tan a la defensiva, Blair —intervino de nuevo Ian— Recuerda que Natalia te dio una oportunidad en la vida, ofreciéndote una familia.

—Oh, gracias entonces —esboce una sonrisa irónica.

—Y también recuerda que tú en un primer momento no ibas a estar aquí —dijo y fruncí el ceño, borrando poco a poco mi sonrisa—. Natalia y Joe solo iban a adoptar a Louis.

Mi interior se descompuso al escuchar sus palabras, pero no lo mostré. Mi rostro solo mostraba seriedad.

—¡Ian!—le regañó, girándose hacia él.

—¿Que? Es la verdad.

—Ya, pero estoy muy feliz de que Louis me pidiera traer también a Blair —se cruzó de brazos y me miró esta vez con cara de preocupación por si me había afectado el comentario de Ian.

—No, tranquila, si no me importa —me encogí de hombros—. Total, nunca os consideré mi familia.

—Blair... —quiso decir algo pero me levanté de la cama y alcé la mano para callarla.

—No son horas para hablar —me quejé.

La tomé de los hombres para girarla y hacerle una señal con la barbilla para que se fuera, logrando que ambos sacaran sus cuerpos de mi zona de confort

—O sea, ¿llegas a la hora qué te da la gana y eres tan sin vergüenza como para tratar así a tu madre? —la defendió, ofendido.

—Cierra la boca, Ian —le ordené, cansada de escuchar su vos—. Adiós —cerré la puerta.

(っ◔◡◔)っ ♥

¡Holuu! Bienvenidos a mi nueva historia. Espero que os haya gustado el primer capítulo. Suelo hacerlos largos (en aquellos libros que no son fanfic), pero para que estéis más cómodos, los haré cortitos en este fanfic.

¡Hasta la próxima! Gracias por leer y recuerden votar y comentar si os gusta

Atte: Nezla.

Stranger Feelings (Sadie Sink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora