Blair Dyer es una chica que fue abandonada desde muy pequeña por sus padres en un orfanato y adoptada por su nueva familia, quienes intentaban darle una vida mejor. Sin embargo, Blair se metió en vicios para poder evadirse de la realidad y no será u...
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Narra Sadie.
Me encontraba charlando con Finn en un lugar algo más apartado del bar. Ambos estábamos con una sonrisa en nuestros rostros y bastante cerca el uno del otro. Finn me recogió un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja y procedía a darme sucesivas caricias en el pelo. Se acercó un poco más a mí, bajando esa misma mano a mi cuello y acariciándomelo con las yemas de sus dedos.
Sus pupilas dejaron de mirar las mías y se dirigieron a mi sonrisa. Murmuró algo que hizo que me sonrojara y seguidamente noté cómo poco a poco acortaba la distancia de nuestras caras. Yo le seguí el ritmo y también hice el mismo movimiento. Nuestros labios rozaron, provocando una sonrisa más grande por parte de los dos.
No obstante, un ruido proveniente de la zona del descampado llamó nuestra atención. Giré mi cabeza y fruncí el ceño al ver a mucha gente formando un corro. Volví a mirar a Finn, quien tenía sus ojos clavados en la escena. Él también posó sus pupilas en mí y ambos con tan solo una mirada ya sabíamos lo que pensábamos: una pelea.
Decidimos ir a ese punto en busca de nuestros amigos. Solo esperábamos que ellos no fueran los protagonistas de la pelea, aunque eso nos extrañaría, ya que el único que podría meterse en problemas de ese estilo era Finn.
Encontramos a nuestros amigos enseguida y pensamos que sería buena idea irnos ya de ahí. Era ya algo tarde y, además, según Caleb, la pelea fue creada por una banda y era mejor evitar meternos ahí.
Sin embargo, justo cuando iba a girarme para volver irme, vi una moto que me resultaba conocida. Volví a darme la vuelta con el ceño fruncido y un mal sabor de boca. La cabellera castaña fue lo que me confirmó mis teorías y tragué saliva.
El sonido de las sirenas de la policía me alertaron. Sin pensármelo dos veces, y sabiendo que era muy arriesgado, me separé de mi grupo de amigos, quienes gritaban mi nombre, y empecé a correr hasta el círculo de gente.
―¡Sadie! ¡¿Qué diablos haces?! ―cuestionó Finn, corriendo para alcanzarme.
Lo ignoré por completo y me metí entre la gente, intentando hacerme camino a base de empujones. Una vez que llegué al núcleo de la pelea, la vi pegándole a un chico tatuado, pero ella fue agarrada por otros hombres, quienes la separaron para evitar que mataran a su amigo. El tatuado escupió sangre y se sacó algo reluciente del bolsillo del pantalón.
―¿Te creías que solo tenía una simple pistola? ―cuestionó el tatuado con rabia y se acercó a ella.
Intenté intervenir para evitar que le hiciera algo, pero Finn me rodeó con sus brazos mi torso para evadir que me metiera en esa pelea. Después de removerme en su agarre, me detuve y miré detalladamente cómo Louis quería intervenir, pero también lo tenían retenido. Ambos cruzamos miradas y él se sorprendió al verme.
