6. De aquí no sales con vida.

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 6
ᴅᴇ ᴀQᴜɪ ɴᴏ ꜱᴀʟᴇꜱ ᴄᴏɴ ᴠɪᴅᴀ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 6 ᴅᴇ ᴀQᴜɪ ɴᴏ ꜱᴀʟᴇꜱ ᴄᴏɴ ᴠɪᴅᴀ

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Narra Sadie.

Durante toda la clase no he podido prestar atención a la explicación de la profesora. Mi mente divagaba en mis pensamientos y no podía concentrarme. Me encontraba sentada al lado de Millie y mi mirada estaba puesta en los dibujos raros que mi mano pintaba en la mesa de madera.

―Hey ―alguien murmuró y me sacudió el brazo.

―¿Qué? ―pregunté, volviendo a la realidad, y la miré.

―¿Estás bien? ―inquirió Millie, preocupada.

―Sí... Bueno, no sé ―hice una mueca con mis labios.

―¿Qué pasa? ―indagó.

―No sé, estaba pensando en lo que pasó antes ―empecé a explicar.

―¿Lo de la chica esa y las drogas? ―intentó averiguar y yo asentí como respuesta.

―El otro día mi hermano llegó raro a mi casa ―le comenté con la mirada en los dibujos que pinté en la mesa―. Y, no sé, no parecía borracho solamente ―seguí contando y me mordí el labio―. Solo espero que no se meta esas mierdas en el cuerpo.

―No creo que tu hermano sea tan tonto como para caer tan bajo ―intentó animarme.

―Pero sí como para dejarse llevar por sus amigos y así hacerse el guay ―la miré.

―Quizá esa chica les vendió mercancía.

―No me digas ―ironicé―. ¿Por qué te crees que estoy preocupada?

―Eh... pues...

El timbre que anunciaba el fin de las clases sonó y todos los alumnos empezaron a levantarse para abandonar el aula.

―Ahora sé quién es la persona que se dedica a vender esas mierdas y encima de todo mi querido hermano, incluso mi prima y el de Finn, podrían estar envenenándose con sus estúpidas mercancías y todo por pasta ―dije todas esas palabras con rapidez―. Es que hay que ser gilipollas como para aprovecharse de esa forma ―murmuré con enfado y me levanté del asiento para salir del aula.

―¡Hey! Espera ―gritó Millie, persiguiéndome e intentando alcanzarme.

Narra Blair

Me di una ducha y me acerqué al armario para ponerme una simple sudadera y unos pantalones cómodos. Caminé hasta mi cama y me tendí en ella. Miré los mensajes que tenía en el móvil y de repente recibí una llamada de Sophia.

―¿Qué pasa? ―hablé tras descolgar.

―Tenéis que venir al bar ―me comunicó Sophia, alarmándome.

―¿Qué? ¿Por qué? ―cuestioné y me senté en la cama.

―Es importante ―no quiso explicarme―. Venir cuanto antes los dos.

Stranger Feelings (Sadie Sink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora