11● Eres...

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❤🖤

Marinette caminaba de un lado a otro. Una de sus manos estaba sobre su boca y fingía comerse las uñas. La ansiedad la estaba matando. Eso que había descubierto quería gritarlo a los cuatro vientos: ¡amaba a su compañero de batallas! Ahora solo quería encontrar las palabras correctas para declararle lo que sentía.

—Repítelo —indicó Alya sentada en ese banco de uno de los pasillos del colegio.

—Es que... no sé cómo decirlo —confesó la azabache.

—Marinette, acabas de decir que lo amas. Solo dile lo mismo.

—No es tan fácil, Alya —bufó deteniendo su andar—. Yo... en el pasado le dejé en claro más de una vez que jamás sentiría algo así por él.

—Marinette, las personas pueden cambiar de opinión.

—¡Pero esto es difícil! ¡Se burlaría de mí!

—Estoy segura que no.

—¿Y si me rechaza?

—Marinette, ¿tienes miedo que él ya no te ame?

La ojiazul llevó su mirada al suelo. Sí. Ese era su temor. Esperaba que el héroe aún tuviera aquella chispa de amor hacia su compañera, pero el tiempo había pasado y ambos habían cambiado.

—¿Y si él me rechaza como yo lo hice? —soltó con la voz quebrada.

—¿Y si no piensas negativamente? —retó su amiga—. Solo dile lo que sientes, Marinette. Al menos haz un intento. Si lo amas, díselo.

—Alya, es que... no es solo decirle que lo amo. Yo... quiero decirle tantas cosas.

—Entonces... comienza. Piensa en lo que sientes, piensa en él y solo deja que tu corazón hable.

La azabache respiró profundo y quedando frente a su amiga, comenzó a hablar:

—Me-me gustas -soltó en un susurro—. Con el paso del tiempo he llegado a darme cuenta que... eres diferente. Eres único y te amo tal como eres. Eres... tierno, eres... la luz de mis sueños, eres... el sol que alumbra mis días más oscuros, eres... inteligente, loco..., eres...

Una sonrisita se formó en sus labios. Hablar de ese chico la hacía sentir mariposas en el estómago. Estaba enamorada y eso lo pudo notar aquel rubio que estaba escondido detrás de una pared. Él solo iba a hablar con Marinette sobre la tarea de ese día, pero al escucharla hablar con Alya, no quiso interrumpir y al prestar atención sobre lo que las féminas hablaban, la curiosidad lo invadió y quiso escuchar un poco más sobre ese asunto.

Ahora él sentía un dolor en su pecho. No podía creer que la chica que amaba, quería a alguien más. No podía pasarle eso, no de nuevo.

—Eres... todo para mí —finalizó Marinette en aquel pasillo.

Alya se puso en pie y aplaudió convencida de aquellas palabras. Animó a su amiga a declarar su amor ese mismo día y para su suerte, no pasó mucho tiempo cuando un akuma apareció en París. Marinette supo que en cuanto vencieran al villano, hablaría con su compañero de batallas. Y así fue.

Al cabo de unos minutos, los héroes parisimos se reunieron en la torre Eiffel, pero Chat Noir no quería quedarse mucho tiempo en ese lugar. Estaba algo triste al saber que Marinette amaba a alguien más. Debido a esto, no tenía buenos ánimos ese día.

Él se despidió de su compañera y estaba a punto de irse, pero ella lo detuvo al llamarlo.

—Chat Noir, espera. Hay... algo que debo decirte.

—¿Qué cosa?

—Chat Noir, yo... bueno... tú... me gustas...

Y de repente, Ladybug comenzó a decir aquellas palabras que Marinette había dicho anteriormente. ¿Acaso eso era posible? ¿Acaso la chica detrás de la máscara era la misma que él amaba? Al ver cada detalle de ese rostro sonrojado, él se dio cuenta de esa gran verdad. ¡Su corazón se lo decía!

—Eres... todo para mí —terminó diciendo la heroína. Ella tenía el rostro inclinado. Temía ser rechazada como se lo había imaginado. Sin embargo, Chat Noir seguía en silencio. Ladybug levantó su rostro con miedo y vio aquella sonrisa del héroe.

—Mi lady. —Él se acercó y acarició su mejilla con su mano—. También eres todo para mí.

Y en ese momento, bajo los colores del atardecer, ambos unieron sus labios en un tierno beso. La felicidad los había envuelto a ambos y ahora podían estar juntos y amarse como siempre lo habían hecho.

Subido a Twitter el 27/10/22.

Aprendiendo a ser cursi | Mini Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora