22● Lámpara

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❤🖤

Por más que lo intentara, esa era otra noche donde Marinette no podía conciliar el sueño.

Había sido un largo día, una semana infinita y tenía tantos pensamientos en mente, que al acostarse, no podía evitar pensar en todo lo que había pasado. Reflexionaba en ella, en sus amigos, en sus tareas, en el colegio... y gracias a todo esto no podía dormir.

—¿Y si piensas en algún paisaje bonito para relajarte? —le sugirió Tikki.

—Ya lo he intentado, pero no me da sueño.

—¿Y si tomas una bebida caliente?

—Sabes que ayer lo intenté y no funcionó.

—¿Y si pones música suave?

—No, Tikki. Nada de eso me ha servido estas noches.

Decepcionada, trató de analizar lo que pasó a lo largo del día hasta que, luego de quedarse viendo videos en su celular hasta la madrugada, pudo dormir. Ella sabía que esto no era bueno, pero no podía evitarlo. Necesitaba encontrar algo que la hiciera descansar a gusto.

Al día siguiente, sus ojeras eran notorias, como lo había sido durante toda esa semana. Además, su falta de sueño también se vio reflejada en las decenas de bostezos que soltó cuando patrullaba esa tarde con Chat Noir. Por esa razón, al estar con el héroe, decidió aprovechar para formularle una pregunta:

—Chat Noir, ¿en qué piensas antes de dormir?

—¿Antes de dormir?

—Sí. ¿Cuál es ese último pensamiento que tienes en tu mente antes de cerrar los ojos?

El de traje negro pensó esto por algún tiempo. Por alguna razón, Ladybug creyó que su silencio se debía a que el héroe seguía enamorado de ella y esa sería su respuesta. La chica sintió sus mejillas arder, mas cuando apartó su mirada, recibió una respuesta que no esperaba.

—Yo... solo pienso en qué cosas vendrán al despertar —contestó él—. Siempre espero que el próximo día sea mejor que el anterior —dijo sonriente. Parecía que disfrutaba de ello—. ¿Y qué hay de ti, mi lady? ¿En qué piensas antes de dormir?

Un largo suspiro salió de sus labios antes de contestar. Sus ojos se posaron en el atardecer frente a ella y dijo:

—Depende. Siempre pienso en lo más impactante del día. A veces... no puedo dormir por pensar en las tantas cosas que me suceden.

Al tener una expresión triste, Chat Noir quiso aprovechar ese atardecer para levantarle los ánimos a su compañera. El héroe redujo el espacio entre ambos y levantó su bastón frente a ellos para tomar una selfie.

—Vamos, mi lady. Sonríe.

Ella arqueó sus labios hacia arriba y al ver la fotografía en la pantalla del bastón, pestañeó un par de veces. Tal vez había sido una foto rápida, pero ambos salían muy bien: ella sonreía, su cabeza chocaba con la de él mientras la otra mano del héroe rodeaba sus hombros.

—Chat Noir...

—Salimos guapos, ¿no crees?

—¿Salimos? Parece que tú sabes cómo posar frente a la cámara —aseguró viendo una vez más la foto—. Es más, hasta podría decir que eres modelo.

—¿Modelo? ¿Yo? ¡Ja! —se carcajeó—. Nunca sería modelo, mi lady. Qué cosas dices.

De repente, un estruendo se escuchó a lo lejos. Era hora de hacer su trabajo y detener al akumatizado. Cosa que duró algunos minutos hasta que los héroes acompañaron a ese hombre a su tienda de antigüedades.

Aprendiendo a ser cursi | Mini Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora