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Luego de vencer un villano en el Parque de los Príncipes, Ladybug se dio cuenta que tanto ella como Chat Noir, no habían usado sus poderes en la batalla. Aquel akumatizado fue fácil de derrotar, por lo tanto, a los héroes les quedaba algo de tiempo, así que la heroína tuvo una idea.
Esa noche, una música sonaba por los parlantes del estadio, ya que había algunas personas haciendo aseo en las gradas. Mientras tanto, en la cancha, Chat Noir se despidió de quien había sido el villano y no tardó en moverse un poco al ritmo de la canción. Él hizo unos movimientos con sus manos, mas cuando dio una vuelta sin perder el ritmo, un balón lo golpeó.
—¡Auch! —dijo con una risita al voltearse y ver a su compañera.
—Juguemos —instó ella.
—¿A qué?
—Fútbol, ¿qué más podemos jugar en esta cancha? —señaló a su alrededor. Él la miró con cierta confusión.
—Bueno... podríamos jugar... escondido.
—¡Juguemos! —declaró ella moviendo el balón con sus pies para luego tirarlo dentro del marco—. ¡Gooool! —gritó alzando sus manos. Cuando se volteó, vio al héroe aún serio.
—Eso no se vale —indicó Chat Noir—. Me agarraste desprevenido.
—Entonces ve por el balón y anota un gol.
Él obedeció, solo que, tomó la pelota con sus manos y corrió abrazado a esta por toda la cancha hasta llegar al otro marco. Al verlo, Ladybug se llevó una mano a su frente y no tardó en alcanzarlo. Cómo olvidar que el superhéroe de París no sabía jugar fútbol soccer.
—¡Gool! —gritó Chat Noir al lanzar el balón dentro del marco.
—¿Cómo es que sabes código morse y otros idiomas y no sabes las reglas básicas del fútbol?
—¿Las qué?
—Mira —gruñó ella—. En primer lugar, se llama "fútbol" por una razón, porque lo juegas con el pie, a menos que...
—¿A menos que...? —repitió él al ver que Ladybug se había quedado callada pensando alguna cosa. De pronto, ella sonrió al tener una idea y empujó al héroe hacia el marco.
—Quédate aquí —ordenó la chica.
—Oye, ¿empujarme de esa forma no es tarjeta roja?
—Tocar el balón con las manos a propósito, eso sí es tarjeta roja —señaló ella—, pero por ahora, te falta más práctica así que, podrías jugar de portero ya que te gusta usar las manos. Intenta atajar como... como Keylor Navas —aseguró.
—¿Keylor Navas?
—Él es un portero de este equipo, del Paris Saint-Germain y ha atajado muchas veces bajo este marco. Así que... solo evita que nada entre, ¿de acuerdo?
Chat Noir asintió, pero cuando menos se lo esperó, Ladybug hizo que el balón pasara justo por encima del hombro del muchacho.
—¿Qué fue eso? —exclamó el héroe.
—No, ¿qué fue eso? —afirmó la de rojo—. ¡Se supone que debes atrapar el balón!
—Oh, ¿en serio?
—¡Vamos de nuevo, gatito! ¡Divirtámonos!
Ella volvió a hacer un tiro, solo que, una vez más, Chat Noir se había quedado quieto en su posición.
—¿Qué haces? —le dijo ella—. Se supone que debes evitar que el balón entre. Y por si no te habías dado cuenta, ahora sí puedes usar tus manos.
—Lo siento, mi lady. Pero esos tiros... ¿no crees que son muy... rápidos?
—¿Dónde se supone que están tus reflejos de felino?
—No lo sé, pero aquí no —aseguró levantando sus manos.
Ladybug se dio por vencida y decidió no seguir insistiendo con eso. Después de todo, ella solo quería pasar un rato con el héroe y al ver la luna resplandecer en el cielo, se dio cuenta que ya tenía que irse.
Chat Noir también notó esto. Al parecer ella solo quería estar con él, así que, al escuchar la música de aquellos parlantes, tuvo una idea.
—Mi lady —la llamó antes de que ella tomara su yoyo.
—¿Sí?
—Divirtámonos.
—¿Ah?
—Tal vez no sea bueno en fútbol, pero hay otra cosa en la que... digamos que no soy el mejor, pero al menos disfruto hacerlo, y más, porque puedo hacerlo contigo muy cerca de mí.
Ladybug lo observó con cierta curiosidad y regresó hacia él.
—¿Qué cosa, Chaton?
—Bailar.
Él estiró su mano en el momento en que comenzó a hacer movimientos sin sentido que iban al ritmo de la canción. La heroína soltó un par de carcajadas en cuanto él empezó a rodearla sin dejar de bailar.
—¿Qué dices, mi lady? ¿Te unes? Entre risitas, ella aceptó y lo imitó.
Ambos bailaban haciendo muecas hasta que, luego de que ella diera un giro, chocó con el de máscara negra.
—Una magnífica vuelta, mi lady. Pero... creo que... te falta más práctica.
Ladybug sonrió, solo que, esta sonrisa se desvaneció cuando él tomó su mano.
No dejaron de bailar, mas ahora, sus ojos estaban conectados y parecía no haber nada que los distrajera. Él dio un paso hacia atrás e hizo girar a la chica sin soltar su mano. Ella regresó y él la acurrucó entre sus brazos.
Ambos bailaban bajo la tenue luz que iluminaba la cancha hasta que, cuando ella dio otra vuelta, estas luces se apagaron por completo y todo quedó en completa oscuridad.
—Pero, ¿qué? —bufó ella.
—Tranquila, seguro los trabajadores ya terminaron con su labor —aseguró el héroe.
Sin embargo, la chica sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Debido a la oscuridad, no se había percatado que el héroe estaba justo detrás de ella. Sus manos seguían unidas, pero sus rostros estaban muy cerca. Tanto, que ella podía sentir la respiración de él sobre su cuello.
—Chat...
—¿Nos vamos ya? Creo que nos están echando del estadio.
Al escuchar su voz cerca de su oído, ella sintió sus mejillas arder y por eso volteó su rostro del lado contrario. No quería que él y su visión nocturna la vieran sonrojada.
—De-de acuerdo. Vamos.
Entonces Chat Noir tomó su mano y con delicadeza besó el dorso de esta.
—Fue todo un placer bailar contigo, mi lady. ¡Nos vemos!
Ladybug apenas vio una figura irse por encima del techo. No había podido ver el rostro del héroe cuando besó su mano, pero sí había sentido la suavidad de sus labios por encima del traje.
Su corazón palpitaba con fuerza y dentro de su ser, había una gran alegría que la abrazaba. Ella amaba a ese chico y no podía esperar otra noche para bailar de nuevo con él.
Subido a Twitter el 20 de noviembre, 2022.
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Aprendiendo a ser cursi | Mini Historias
RomanceHistorias cortas donde Adrien y Marinette se verán involucrados en alguna situación romántica o preferiblemente en un "intento de ser cursis". . . Las historias son completamente mías. Prohibida su copia. . . . Los personajes no son míos, le pe...