9● Nuestro amor... destruyó el mundo

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❤🖤

Desde que Ladybug se dio cuenta de los sentimientos hacia su compañero de batallas, nada fue igual.

Durante meses, se preparó para confesarle lo que sentía, así como una vez ella había hecho con Adrien. Solo que, el día que estuvo decidida a declararle sus sentimientos de una vez por todas, no pudo. Un villano apareció en la ciudad y ambos héroes tuvieron que trabajar.

Pero no fue cualquier villano. Sandboy había regresado para hacer realidad sus peores pesadillas; sus miedos más grandes. Y cuando aquel villano pasó sobre Ladybug, Chat Noir conoció a un poderoso Chat Blanc, formando así una épica batalla entre ambos.

El héroe no podía creer lo que ocurría. Tenía muchísimas preguntas que quería hacer, pero primero, había un villano por derrotar.

Ladybug creó un plan para capturar el akuma. Este fue un poco similar al de la última vez. Y luego de que dejaran al niño a su casa junto a sus padres, un gran silencio envolvió a los héroes sobre ese tejado donde habían llegado.

La heroína vio a su compañero ir hacia otro edificio sin decir nada más. Por un momento imaginó que él se iría a casa, así que lo siguió antes de que lo hiciera. Ella no quería que pasara otra noche más sin confesarle lo que sentía. Pero cuando llegó junto a él, Chat Noir habló:

—¿Chat Blanc? —Él ni siquiera se volteó para verla. Un suspiro salió de labios de la chica y se abrazó a sí misma.

—Chat Noir, yo...

Él se giró y le regaló una tierna sonrisa.

—Lamento que tengas una pesadilla como esa, mi Lady. Pero te prometo que yo jamás seré akumatizado.

Ella apartó su mirada y sintió sus ojos humedecerse.

—No sabes lo que dices, Chat Noir. Eso... en verdad pasó.

—¿Qué quieres decir?

—Eso... pasó y yo... tuve que arreglarlo —confesó—. Bunnix vino por mí y... tuve que... encontrar tu akuma.

El rostro del rubio no reflejaba más que horror. Sabía que Ladybug jamás le mentiría con algo como eso. Ahora, dentro de él comenzaba a crecer un gran miedo; temía que eso ocurriera de nuevo.

—Y-y... ¿Sabes por qué sucedió? —quiso saber Chat Noir—. ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

Ladybug no decía nada. Se suponía que esa noche ella solo iba a confesarle sus sentimientos, mas al recordar aquellos acontecimientos, sintió en su corazón una gran punzada.

—Chat Noir...

—Ladybug, dime —pidió acercándose a ella con una mirada firme—. Necesito saber lo que ocurrió.

Pero en ese momento, el pitido de sus miraculous se hizo presente. Tenían que irse antes de destransformarse.

Al ver que la joven había quedado en completo silencio, el héroe no quiso insistir. Imaginó que, al ser un tema delicado para ella, sería mejor hablando cuando ella estuviera lista. Por esa razón, se dio la vuelta y preparó su bastón para irse, solo que, tras él, Ladybug lo llamó. Él se volteó y vio esos ojos azules inundados en lágrimas.

—Chat Noir... te amo. —Dejó salir entre sollozos. El héroe estaba impactado. Jamás creyó escucharla decir eso. Solo que, cuando él iba a decir algo más, su anillo sonó de nuevo—. Te amo, gatito —prosiguió ella—. Eres mi mejor amigo. Te has convertido en más que solo un compañero para mí. Yo... lamento no haberlo visto antes. Pero he llegado a darme cuenta de lo importante que eres para mí.

—Ladybug...

—Amo verte todos los días —siguió la chica—. Amo escuchar tu voz cuando me dices que no me dé por vencida, amo tus brazos cuando me rodean y me abrazan fuerte. Amo tu risa cuando dices alguna broma sin sentido que... he llegado a apreciar con todo mi corazón...

—Ladybug —insistió él, pero ella continuó.

—Amo casa cosa, cada parte de ti, Chat Noir. Sé que mis días no serían lo mismo si no te veo. Pero... —Y con gran dolor en su corazón, dijo aquello que quería olvidar—: nuestro amor te convirtió en Chat Blanc —soltó en un hilo de voz—. Nuestro amor... destruyó el mundo.

Él no podía creer todo lo que había escuchado. Por un momento creyó que estaba soñando, pero no era así. Ladybug por fin sentía algo por él solo que... esa última frase que ella había mencionado, se clavó en lo más profundo de su corazón.

Y una vez más, el pitido de su anillo sonó. Ya solo le quedaba un minuto.

—Ladybug —capturó su atención y esperó no herirla—. Yo... estoy enamorado de otra chica. Lo siento.

El corazón de la heroína se desquebrajó por completo, pero con una gran sonrisa, fingió que no era así. El chico se sintió un poco tranquilo al verla sonreír y sin perder más tiempo, se despidió y se alejó a toda prisa por los tejados.

Ladybug se dejó caer de rodillas cuando sus lágrimas sallieron al verlo alejarse. Ella no insistiría más en eso, él estaba enamorado de alguien más, así que haría a un lado su amor por el héroe. Después de todo, aunque a ella le doliera, hubo una vez donde su amor había destruido el mundo.

Aprendiendo a ser cursi | Mini Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora