26● Equipo con Adrien

111 21 0
                                    

❤💙

—¡Amuleto encantado!

En medio de esa vil pelea, las mariquitas mágicas hicieron aparecer un solpador de viento sobre Ladybug.

La heroína observó a su alrededor. No veía nada que podía ayudarle para vencer a ese villano. ¡Absolutamente nada!

—¡¿Cuál es el plan?! —escuchó a Chat Noir gritar a lo lejos. El héroe luchaba contra ese extraño villano que parecía como un monstruo cubierto de musgo.

Al llevar su mirada a su compañero, ¡bingo! Chat Noir era una pieza clave que podía ayudarla a vencer el villano, solo que, necesitaba algo más, pero ¿qué era?

—Solo quiero mi venganza —gruñía el villano—. Gabriel Agreste no me aceptó como uno de sus estudiantes de diseño.

—Esa capacitación era para jóvenes que cumplieran los requisitos de la escuela de moda —le dijo Chat Noir—, y a ti, mi amigo, solo te faltó uno.

—Él no quiso aceptarme. ¡Me engañó!

—No puedes vengarte por eso, Pantano. No devuelvas mal por mal.

—¡Yo solo quiero venganza...!

Un fuerte grito se escuchó por todo París. El villano, atormentado por la rabia, formó un portal hacia un bosque y se llevó a Chat Noir con él.

—¡No! —gritó Ladybug, pero ya era tarde.

La lucha había seguido en medio del bosque y ahora, el akumatizado tiraba rayos de poder para quitarle el kwami y el anillo a Chat Noir.

—¡Vamos! ¡Quédate quedito! —le decía al de máscara negra, mas este último solo corría de un lado a otro hasta que, chocó con un árbol.

El villano pudo quitarle a su kwami, mas no su anillo porque ese joven pudo correr y esconderse detrás de un puñado de hojas secas. Era otoño, así que no era fácil encontrar a alguien en medio de tantas hojas secas.

—Iré a vengarme de Gabriel Agreste y cuando regrese, serás pescado frito, gato pulgoso.

Adrien logró ver que su contrario escondía a Plagg en una especie de esfera de piedra, y si su instinto no le fallaba, la capacitación que estaba dando su padre era cerca de ese lugar, así que podría ir caminando a salvar a Plagg. Eso sí, también necesitaba que Ladybug llegara.

—¿Adrien Agreste?

La voz de esa chica de motas, Astrobug, lo hizo pegar un pequeño brinco. Vaya que había llegado rápido.

—¿Ladybug? Qué rápido lle... es decir... ¿qué haces aquí?

—Hay un villano por estos lados. ¿Lo has visto?

—Oh, yo... creo... que... ¿tal vez?

Confundida por su actitud, la chica se destransformó para usar su traje usual de Ladybug y con una ceja levantada, llegó junto al muchacho.

—¿Estás bien, Adrien? ¿Qué haces aquí? ¿Te perdiste?

—Yo... bueno... mi padre está dando una capacitación de moda en un hotel aquí cerca.

—¿Y por qué no estás ahí?

—Porque... me dieron un gato para que lo sacara a pasear y... creo que lo perdí.

Él volvió a ver a todas partes simulando buscar aquel animal, y esta vez Ladybug decidió creerle y no hacerle más preguntas al respecto.

—¿En serio no viste a un villano por aquí cerca?

Aprendiendo a ser cursi | Mini Historias Donde viven las historias. Descúbrelo ahora