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Para la sorpresa de Joaquín, Emilio se encontraba en casa cuándo llegó, así que procedió a ir a despertarlo dulcemente. Después el ojimiel se dedicó toda la mañana a realizar tareas de casa y a organizar su día. Cuándo Joaquín se marchó a trabajar, Emilio aprovechó y se fué con su hermana a hacer ejercicio en un gimnasio cercano.

- Vamos Osorio ¿Dónde está tu fuerza? - dijo Romina mientras Emilio subía la pesa

- ¿Te crees muy graciosa no? - dijo Emilio sudando

- Creí que tu apodo era Salvaje ¡Y no lo veo por ningún lado! - se burló

Eso hizo reír a Emilio y provocó que tirase la pesa al suelo mientras los dos comenzaban a reír.

- Te odio - dijo el rizado mientras seguían riendo

- Disculpa - se le aproximó una chica morena con el pelo rizado - ¿Puedes ayudarme a bajar esas pesas? Están muy altas y no llego a alcanzarlas

- Eh, claro sí. Sin problema

El rizado se fué con ella mientras Romina se quedaba algo mosqueada por el tono que había usado la chica. Se había dirigido hacía él de una manera bastante coqueta que no le hizo mucha gracia. Cuándo Emilio le tendió las pesas, Romina observó cómo la chica le tocó el brazo y hacía una pequeña presión sobre su bíceps mientras reía. El rizado volvió con su hermana y ésta seguía mirando a la chica.

- ¿A qué ha venido eso? - preguntó

- ¿A qué ha venido el qué?

- El coqueteo, su mano en tu brazo...

- Sólo estaba siendo amable

- En fin, creo que me iré a casa. Estoy muy cansada

Emilio optó por quedarse un rato más, cuándo observó que su hermana ya no se encontraba en la zona de ejercicios volvió a aproximarse a la chica. Sin cuidado la agarró fuertemente del brazo y la llevo a una zona del gimnasio dónde nadie los podía ver.

- Osorio, no recordaba tu fuerza - volvió a usar su voz coqueta

- ¡¿Qué haces aquí?!

- Tu hermanita se puso algo ¿Celosa?

- Respóndeme ó te rompo la cara - la agarró de la mandíbula

- Suéltame patán - se libró del agarre, pero Emilio la seguía sujetando del brazo

- ¿Piensas que puedes acercarte a mi familia cómo si nada? Si sigues manteniendo el contacto con mi hermano más te vale cortarlo ya, no te quiero cerca

- Pero tu hermano si me quiere cerca y la verdad es que me recuerda tanto a tí

La rizada volvió a librarse del agarre y se marchó riendo. Emilio no aguantó más y se cambió para marcharse a casa aunque en casa estaría sólo y aburrido, así que decidió ir a correr un poco con el auto que estaban mejorando. Eduardo le había dado las llaves del garaje, así que sin problema entró en él y se llevó el auto. Circuló por toda la ciudad despejándose de todo lo que recientemente había ocurrido. Aquella mujer se convirtió en un problema cuándo tuvo que desaparecer y estaba seguro de que ese problema no se iría fácilmente. Recordó uno de los primeros días que estaba con Uberto cuándo estaban trazando una misión y de pronto alguien rompió una ventana lanzando un gas lacrimógeno. Emilio no veía muy bien, pero observó cómo una mujer, alta y morena se ponía a su altura y le tocaba la cara mientras el rizado le rogaba que le ayudase. Les tuvieron retenidos durante días, sin darles apenas nada para comer y Emilio tuvo una idea. Coquetear con la chica para así poder escapar.


Ravenous // Adaptación Emiliaco // 3° y 4° Temporadas de Clock StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora