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𝚂𝚎𝚛𝚎𝚒𝚗: 𝚕𝚊 𝚕𝚕𝚞𝚟𝚒𝚊 𝚏𝚒𝚗𝚊 𝚢 𝚕𝚒𝚐𝚎𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚌𝚊𝚎 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚓𝚊𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝚊𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎𝚌𝚎𝚛 𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚑𝚘𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚗𝚘𝚌𝚑𝚎, 𝚜𝚎𝚛𝚎𝚗𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚟𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚒𝚗𝚊



𝚂𝚎𝚛𝚎𝚒𝚗: 𝚕𝚊 𝚕𝚕𝚞𝚟𝚒𝚊 𝚏𝚒𝚗𝚊 𝚢 𝚕𝚒𝚐𝚎𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚌𝚊𝚎 𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚌𝚒𝚎𝚕𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚓𝚊𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝚊𝚝𝚊𝚛𝚍𝚎𝚌𝚎𝚛 𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚑𝚘𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚗𝚘𝚌𝚑𝚎, 𝚜𝚎𝚛𝚎𝚗𝚒𝚍𝚊𝚍 𝚟𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚒𝚗𝚊

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"- Arath, soy Eduardo, ¿puedes venir a Hells, por favor?"

Aquella llamada le sorprendió, no sabía si por la hora a la que la recibió ó por la seriedad de Eduardo en su voz. Dejó un beso sobre los labios de su mujer y se dispuso a salir del domicilio. Eduardo no le había dicho la causa de esa llamada, simplemente le pidió que acudiese a Hells Angels y colgó inmediatamente. Eso lo perturbó demasiado.

Cuándo entró por la puerta de la taberna un montón de borrachos en los bancos de las mesas, se caían por el suelo. Algunos delirando y otros simplemente dormidos. Arath observó la mirada de asco de la camarera mientras limpiaba los vasos sucios que había recogido. Buscó por todo el lugar y no encontró a Eduardo, así que se introdujo en el pasillo de los aseos y a medida que iba llegando al final observó un pequeño charco de sangre salir del baño de los hombres. Agarró el arma que iba en su funda y sin hacer ruido se colocó tras la puerta. Escuchó pasos apresurados, bufidos, una respiración demasiado acelerada. Empujó la puerta del baño y apuntó a la persona que emitía ese sonido. Era Eduardo. Arath bajó el arma inmediatamente y lo observó. Su cara era de pleno pánico, ojos inyectados en lágrimas, sus manos temblorosas ensangrentadas. Arath agachó su mirada, Emilio estaba tendido en el suelo y de su cabeza emanaba aquel charco de sangre. Miró con furia a Eduardo, pero éste no paraba de sollozar.

- ¿Qué coño has hecho Eduardo? - dijo agachándose rápidamente para atender a su amigo - ¿Emilio? ¿Emilio me oyes? - dijo moviéndole suavemente la cara

- No se mueve. Respira, pero no responde - dijo atemorizado Eduardo - Yo, yo no quería, pero estaba enfadado. Me decía que le dolía, pero no podía parar, de repente lo odiaba demasiado

Arath suspiró. Primero debía comprobar que en efecto su amigo respirase y después intentar calmar a Eduardo. Le tomó el pulso en el cuello y sí, Emilio respiraba. A continuación, comprobó de dónde salía la sangre, tenía una herida en el cráneo. Se levantó, agarró muchos trozos de papel higiénico y los colocó por toda su cabeza intentando taponar la herida.

- Está bien Eduardo, no pasa nada - dijo mientras seguía atendiendo a Emilio - Necesito que te calmes y que me cuentes lo ocurrido. Seguro que ha sido un accidente, pero primero respira hondo y cálmate

- Pillé a Emilio liándose con una tía - Arath apretó los ojos - Yo me enfadé muchísimo, ésta misma noche Joaquín le ha contado la verdad y lo único que hizo fué emborracharse y liarse con otra. No pude contenerme - volvió a llorar

Ravenous // Adaptación Emiliaco // 3° y 4° Temporadas de Clock StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora