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- Eres un mierda Osorio - gritó pegándole en el pecho y Emilio lo entendió - 2 años llorando por tí, 2 años sintiendo el vacío y ahora me vienes en plan conquistador "Soy real, soy yo" - dijo imitando una voz profunda

- Tú me has pedido que te diga eso - Emilio encogió los hombros - Prefería haberte preguntado que era la comida que has tirado al suelo

Joaquín giró la cabeza y vió cómo la alfombra estaba empezando a mancharse del color de la comida.

- Mierda... - se tiró al suelo a recogerlo rápidamente, pero ya era demasiado tarde

Al ver que no podía hacer nada en esos instantes por remediar la mancha se echó a llorar. Ó quizás estaba llorando porque Emilio había estado vivo todo ese tiempo.

- Oye Joaco... - se acercó el rizado, pero Joaquín se levantó rápidamente

- No me llames así, no te acerques a mí

- Cariño déjame explicarte

- He dicho que no me llames así Emilio. No quiero tus explicaciones, quiero que te vayas

- Joaquín por favor, no es lo que piensas

- Me dá igual Emilio. He pensado muchas cosas. Que estabas muerto, que encontraste a otro chico mejor, que encontraste a una mujer con la que formar una familia y ahora tendrías 3 hijos... De verdad que me dá igual, ninguna realidad vá a dolerme porque ya me he preparado para ello

El rizado asintió, cogió su celular y marcó un número

- ¿Puedes venir? Está pasando - y colgó

Joaquín frunció el ceño, estaban discutiendo y a él lo más lógico le parece marcar un número de teléfono y decir que alguien vaya a su casa... Su casa.

- No vas a meter a nadie en mi casa Osorio

- Conoces a esa persona, no es un extraño

Sospechosamente, el menor no hizo más preguntas, se dió por vencido y llevó toda la bandeja con los platos rotos a la cocina. Cuándo los tiró a la basura apoyó los brazos sobre el fregadero. Estaba agotado, acababa de descubrir que su marido al que había dado por muerto estaba vivo y se alegraba, de verdad que se alegraba, pero la idea tormentosa de que haya hecho algo que no debería le traía por la calle de la amargura. Se sentía mal porque una parte de él quería ir y comerlo a besos, pero necesitaba explicaciones, muchas explicaciones. Pasaron los minutos que parecieron horas cuándo de repente escuchó la puerta de su casa ser abierta. Escuchó también cómo Emilio chocaba la mano con la persona que había entrado, esperó a que hablase, pero no lo hizo así que lentamente, con miedo de no saber de quién se trataba salió por la cocina. Cuándo salió los vió, allí de pié juntos. Joaquín no daba crédito.

- ¿Qué es esto? - se sentía insultado

- Él lo sabe todo Joaquín, necesité su ayuda

- Necesitaste su ayuda para qué... No me lo puedo creer

- Joaquín tranquilo por favor, puedo explicártelo - dijo la tercera persona

- Me puedes explicar qué. Sabes lo que he llorado, sabes lo mal que lo he pasado, sabes que mi mundo sin Emilio se iba a la mierda y tú no me has dicho nada. Sois iguales, dos mentirosos

- No te hemos mentido - dijo Emilio

- Es verdad, habéis pretendido que me crea que mi marido estaba muerto sólo para que asuma su perdida, pero de pronto me encuentro con que está vivito y coleando

- Joaquín por favor

- ¿Por favor qué papá? ¿Sabes todo lo que pasé con mamá y con Oliver?. Querían que me divorciase de Emilio, luché contra todo ello, tú me dijiste que todo iba a ir bien y ¿Ahora me encuentro con ésto? Sois dos estafadores de mierda

Ravenous // Adaptación Emiliaco // 3° y 4° Temporadas de Clock StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora