Todo había cambiado, la desaparición de Emilio fué lo peor. Días, semanas, meses buscándolo, pero nunca lo encontraron, así que lo mejor fué darlo por perdido.
A veces las personas desaparecen sin motivo alguno, sin embargo, otras veces desaparecen...
El rizado se quedó estático en medio de la calle mientras observaba a Joaquín correr alejándose. En esos instantes se debatía entre ir tras él ó ir y agarrar del pescuezo a Seidy. La rabia se apoderó de él. Se acercó a paso firme haciéndose paso entre la gente y cuándo Eduardo intentó pararlo, Emilio bastante enfadado se lo quitó de en medio. La rizada lo miraba con una sonrisa, pero que segundos después desapareció cuándo Emilio la agarró del cuello ejerciendo bastante presión. La chica golpeaba el brazo del rizado para intentar librarse del agarre, pero le fué imposible.
- No te basta con joderme la vida a mí, sino que tienes que venir y jodérsela a él también. Me das mucho asco Seidy
- Emilio por favor suéltala - pidió Eduardo agarrándolo del brazo - Ya ha tenido su merecido
- No - bramo Emilio - Ésto sólo acaba de empezar
El rizado puso más fuerza en el agarre y enseguida los pies de Seidy dejaron de tocar el suelo. La gente estaba poniéndose nerviosa, ya que veían cómo la chica era incapaz de respirar y el rizado no tenía intenciones de parar. Pero de pronto sus ojos volvieron a volverse café claro y se percató de lo que estaba haciendo, así que rápidamente soltó a la chica de golpe haciendo que cayese al suelo. Se llevó las manos a la boca y mientras Eduardo lo alejaba de la multitud comenzó a llorar. Una vez estaban bastante alejados el rizado gritaba mientras Eduardo comprendía su situación.
- ¡Es una zorra! Sólo quería joderme la vida desde un principio. Y ahora viene y se hace amiga de Joaco... - se dió cuenta de que Joaquín se había marchado hace rato - ¿Dónde está? ¿Dónde está Joaquín, Eduardo? - se alarmó - Le he dejado irse sólo y llorando. Vá a odiarme, ya me odia
- Joaquín está bien hermano. Niko fué tras él
- ¿Tú me entiendes verdad? Lo hice para protegerlo
- No sé qué ha ocurrido hermano, pero debes calmarte y contármelo tranquilamente
Emilio asintió. De nuevo Eduardo se aseguró de que Joaquín estuviese bien llamando a su marido y en efecto. Ambos se encontraban en casa del ojimiel, así que se quedó completamente tranquilo. Eduardo y Emilio se alejaron un poco de la multitud para que el rizado se pudiese explicar y desahogar. Cuándo el rizado le contó todo lo ocurrido, Eduardo se quedó boquiabierto. Cuándo le contó que tuvo que tirarse a esa chica para quedar en libertad no pudo creer que Emilip accediese a ello, aún sabiendo las consecuencias que acarrearía ese acto, pero también pensó que, si se tratase de su situación, también habría hecho lo posible para poner a salvo a Niko.
- No sé qué decirte Emilio. Te entiendo. Estabas sólo, atrapado, sin comer y la única manera que tenías de salir de allí era haciendo eso. Te creo, te creo cuándo dices que no fué más allá de eso, pero es fuerte y estoy seguro de que ella se lo ha contado a Joaquín de otra manera.
- Sí, pero no me dejó explicárselo
- ¿Cómo reaccionarías tú si es Joaquín el que se acuesta con otra persona? Seidy se habrá comido la parte en la que estabas "secuestrado", sin comer y que la única manera de salir era esa
- ¿Qué hago tío?
- Yo iría a dónde él, le suplicaría que me escuchase y una vez le cuentes todo él decidirá. Se han hecho las cosas mal, ahora se debe solucionar
Emilio supo que su amigo tenía razón. Por otro lado, Eduardo moría de ganas de decirle: "Está bien hermano, hiciste lo correcto. Joaquín lo terminará entendiendo" pero de alguna manera sentía que no lo había hecho del todo bien, quizás si era la única manera de arreglar las cosas, pero definitivamente no era la forma correcta de actuar. Él mismo se puso en su situación y supo que si le hiciese eso a Niko no se lo perdonaría jamás. Emilio quiso darse una vuelta sólo para tranquilizarse un poco y el pelinegro decidió volver a dónde el resto. Cuándo volvió con el resto de la gente que quedaba en Clock lo primero que hizo fué suspirar fuertemente, los amigos le preguntaron que había ocurrido y Eduardo se los contó. Mientras hablaba, entre la gente, observó que aquella chica seguía allí, así que se acercó hasta ella y cuándo la tuvo enfrente vió cómo ella lo miraba cómo sino hubiese hecho nada.
- Deberías largarte de aquí - dijo Eduardo poniéndose las manos sobre sus caderas
- Éste es un sitio público, no puedes prohibirme estar aquí
- Ya - Eduardo rió - Lárgate - se puso serio - Antes he parado a Emilio, ahora seré yo mismo quién te arrastre fuera de aquí
- Que valiente... Amenazar a una mujer
- Me dá igual que seas una mujer ó un hombre. Alguien ha venido a joder a mi familia y si tengo que hacerte parar lo haré, independientemente de tu sexo ¿Te queda claro? Ahora ¡largo! - señalo con el brazo
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Ante la atenta mirada de la gente, Seidy decidió irse, ya que estaba siendo consciente de que realmente molestaba, aunque no le llegaba a desagradar. Después de un rato, Emilio se montó en su auto y se puso en camino hacia su casa junto a su amigo. Cuándo estaban en la puerta de la casa Emilio miró a Eduardo y éste pasó un brazo por sus hombros susurrándole "Estoy contigo tío" y eso lo tranquilizó. Sacó las llaves de su bolsillo y entraron suavemente en el interior encontrándose a un Joaquín sentado en el sofá rodeado de pañuelos y a Niko a su lado. Joaquín los miró con los ojos rojos de tanto llorar y el rubio le hizo un gesto a su marido para que se acercase. Eduardo lo hizo, no sin antes darle una palmada en la espalda a su amigo.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó llorando
- Estaba preocupado por tí, quería saber cómo estabas
- No quiero hablar ahora Emilio - suplicó
- Creo que deberíamos irnos - dijo Nikolás
- No, por favor - susurró Joaquín llorando
- Joaco, tenéis que arreglar las cosas
- No me dejes sólo Ni, no me dejes sólo con él
Aquellas palabras le dolieron en el pecho a Emilio, Joaquín no quería saber nada de él incluso juraba que en esos instantes le tenía miedo y se sentía aterrado por estar sólo junto a él. La situación definitivamente se había ido de las manos.
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Seguimos con el maratón..........
Ya vá quedando menos para que ésta trilogia acabe.
