Capítulo 34

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Un par de días habían pasado desde el incidente en el cumpleaños del alfa

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Un par de días habían pasado desde el incidente en el cumpleaños del alfa. Las cosas habían seguido dentro de todo lo posible, normales.

Normales en alguna clase del sentido de la palabra. Pues resulta que JiJi había quedado con algunos inconformes desde aquel día, y había pasado demasiado tiempo (más de lo que alguna vez lo había hecho) con él. A JiJi no le importaba si lo pasaba con YoonGi o con MinGi, solamente quería estar cerca de su alfa y se dedicaba a abrazarlo por mucho tiempo y a ser mimado.

No era un gran problema para Min, después de todo Jimin solo decía que sería hasta que sus inseguridades terminaran por desaparecer y entonces su lobito volvería a su estado normal. Llegaba a ser interesante comparar las dos personalidades de Park y JiJi, pudiendo llegar a encariñarse pronto.

—Oye, JiJi, —llamó de manera calma, recibiendo un corto gruñido desde el escondite que era su cuello, —lo siento, omega, debes dejar ir a Jimin a entrenar con los demás o llegará tarde.

—Pero estoy muy cómodo aquí. —Arrulla, enredando sus brazos detrás de su espalda para poder abrazarlo, moviéndose un poco sobre su regazo para poder acercarse y sentir más su aroma e impregnar el suyo propio.

—No me iré a ningún lado, ¿si? Los estaré viendo hasta que termine la hora. —El pelinegro puede escuchar el bufido del menor, pero aún así lo ve asentir, resignado. Se sorprende un poco cuando recibe un rápido beso en sus labios antes de alejarse y que JiJi le brinde el control a su humano. Jimin le observa un poco avergonzado, pero antes de poder levantarse, Min vuelve a tomarlo para poder besarlo de manera más profunda. Sus belfos bailan juntos e intensos, se derriten bajo su toque, pero es el rubio quien se separa sabiendo que no podían perder más tiempo.

—Vamos hyungie. —Un poco inconformes, terminan saliendo de la cabaña para ya encontrarse con todos los omegas esperando las indicaciones de SeokJin. El día era un poco frío asique no podrían entrenar mucho tiempo, entonces las explicaciones son rápidas. YoonGi ve a Jimin y JiKyo perderse entre la multitud de parejas en alguna parte de todo el campo.

Después de un rato, el frío comienza a calar sus huesos y se reprende mentalmente por no haber llevado ningún abrigo, si a diferencia de los omegas, él no puede pelear ni hacer entrenamientos con ellos. A lo que MinGi le responde que no era su culpa que sea irresponsable.

Pero antes de que pudiera levantarse de su asiento y decidir ingresar a la cabaña, es detenido por una nueva presencia a su lado que lo sorprende. 

—Hyung, ¿podemos hablar un segundo?

—JungKook, ¿no está mal que te saltees el entrenamiento? —El mayor se tensa un poco ante su presencia, sinceramente nunca ha pasado nada bueno desde las ocasiones en las que ha tenido oportunidad de hablar con el pelirrojo. Y definitivamente si JiJi los veía se sumaría como otra inseguridad para el pequeño lobo.

—Solo quiero disculparme, hyung. —El menor intenta no hacer mucho contacto visual, y debido a sus movimientos vacilantes, puede notar su nerviosismo y lo avergonzado que se encontraba. —Tengo problemas con controlar a mi lobo, no estuvo bien haberte besado, sé que con Jimin eres feliz y ya no quiero interferir en eso. No podían seguir pasando días sin poder disculparme contigo.

Virus Omega [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora