Virus Omega [EN EDICIÓN]

Capítulo 30

Terminando de alistarse, frente a un espejo, el omega peina sus cabellos hacia atrás y termina de ajustar los guantes de cuero a sus manos. Los había tomado prestados de YoonGi, lo que provocaba que quedaran un poco más grandes de lo que realmente era su mano, pero nada que ajustarlos un poco no arreglara.

Llevaba una camiseta blanca y unos pantalones deportivos holgados de color negro azulado. Los entrenamientos continuaron siendo en la mañana y debía estar afuera dentro de diez minutos aproximadamente. No puede decir que nota un gran cambio en él con tan pocas clases hasta el momento, pero los ejercicios de estiramiento probablemente le hagan efecto en algunas semanas. Mientras tanto, memoriza los golpes y técnicas que muy amablemente les enseña el científico.

YoonGi nuevamente no se encuentra en la cabaña una vez baja las escaleras y se cerciora. No estaba a su lado al despertar asique de todas formas lo había supuesto. Los horarios en el hospital parecían ser tan aleatorios como una ruleta de casino, y cuando el lado contrario del colchón se encontraba frío sin señales de su alfa, entonces debía prepararse para comenzar su día sin mimos mañaneros.

Salió al exterior unos minutos antes, pudiendo sentir el aire frío chocar contra su piel descubierta. Lo había previsto pero en realidad los entrenamientos siempre lo hacían entrar en calor bastante rápido y por eso no llevaba abrigo, esperaba que con ello no se enfermara. 

Park suspiró, disfrutando del aire puro de la naturaleza infiltrarse en sus pulmones. El aroma a humedad era uno de sus favoritos, las plantas estando perfectamente abastecidas de agua y el césped bajo sus zapatos siendo víctima del rocío mañanero. El cielo estaba un poco nublado, pero el sol que se infiltraba era suficiente para que los grados no fueran tan bajos.

Caminó en su pequeña paz hasta donde se encontraban la mayoría de omegas estirando y conversando entre sí de temas aleatorios en lo que esperaban que el único beta apareciera para darles las órdenes del día. Jimin tomó lugar junto a JiKyo, quien le dio una media sonrisa en forma de saludo mientras estiraba sus brazos.

—Buenos días, Jimin-ah, ¿cómo amaneciste?

—Buenos días noona, bien, con sueño pero hay responsabilidades. —La morena rió de forma encantadora, volver a una rutina no era cosa fácil.

—Es entendible, además hay días donde los entrenamientos son duros. Si estás bien más tarde, ¿hacemos una clase? Me gustaría iniciar una coreografía de Chase Atlantic contigo.

—Sip, claro, no hay ningún problema. Después de almorzar esperaré a YoonGi hyung y te avisaré en cuanto esté libre. 

—Genial. —En aquel momento, todos los murmullos son silenciados al ver que SeokJin aparece junto a HoSeok para dar inicio a la clase, siempre se veía de una forma imponente que exigía respeto de forma silenciosa.

—Hola a todos, buenos días. Tenemos suerte que hoy no nos haya tocado un día tan frío asique vamos a aprovecharlo lo más que podamos, antes de que siquiera se ponga a llover. Hoy veremos golpes, patadas y la técnica de tres pasos, por favor estén atentos.