-¿Estás comparándome con unos niños de preescolar?
Ella le devolvió la sonrisa y algo que Yeji creyó que había logrado enterrar durante esos dos meses resucitó.
Roy se aclaró la voz.
-Ey, Jerome, creo que es hora de ir a tomarnos un café, ¿qué me dices?
Jerome protestó y siguió trabajando, pero Roy se acercó y le dio un codazo en el hombro.
-Jerome, colega. Un café -Jerome levantó la vista y los miró a los tres con los ojos como platos.
-Ah, un café. Sí. Me vendría muy bien.
Los dos hombres no podían haber sido menos discretos. Salieron corriendo de la sala dejando solas a Yeji y a Lia.
Lia tenía toda su atención puesta en las notas de Yeji y por ello apenas se percató de la marcha de los hombres. Seguía sentada en el borde del escritorio y su falda con estampado floral se le había subido hasta por encima de la rodilla. Llevaba
unos tacones bajos y una camisa rosa de manga corta. Un aspecto conservador, pero para Yeji, que sabía que esa maestra de preescolar, escondía un lado salvaje, el traje estaba hecho para provocar y tentar.Sacudió la cabeza. Pensar en aquella noche no le haría ningún bien. En absoluto.
-Entonces... -dijo Yeji obligándose a fijarse en la pantalla del ordenador-, ¿en qué dirección tienes pensado ir?
Ella apartó la libreta.
-Bueno, sé que a mis alumnos les gustan las actividades de exploración, cosas que les hagan buscar algo y después aprender sobre ello. Así que estábamos pensando en tener un juego de "Encuentra al animal", parecido a los clásicos juegos de memoria -señaló a la pantalla donde se habían colocado algunos iconos rudimentarios-. Y después, cuando lo descubren, por ejemplo "el koala está en el árbol", pasan al siguiente nivel que sería un juego de conocimiento sobre los koalas.
-Es una gran idea. Una recompensa por haber ganado el primer juego y que los anima a aprender más.
-Eso es. Como ganarse un helado por encontrar el tarro de galletas... lo cual es mi idea de una recompensa.
Yeji rió.
-Eso me gusta. Deberíamos usarlo en las promociones publicitarias -se sentó en una silla a su lado y al hacerlo captó su perfume haciendo que su mente recordara otra vez cómo era besarla y saborear su piel.
"No estás centrándote demasiado en el trabajo, Yeji"
-Háblame más sobre lo que pensaste para este programa -le dijo Lia.
Yeji intentó encontrar una respuesta y le costó pensar en algo que no fuera estar con
ella en la cama del Bellagio.-¿Yeji?
"Céntrate en el trabajo. En cifras"
-Eh, un programa que capturara una porción importante del mercado que hay en niños de entre cuatro y siete años. Algo que combinara la curiosidad natural de los niños con...
-Me refería al aspecto personal -Ella se detuvo.
-¿Personal? -Lia asintió y después se acercó a Yeji.
-Háblame de tus experiencias en el campamento. De por qué esto es tan especial para ti. Ésas son la clase de cosas que quiero estar segura de incluir.
"Implícate" era básicamente lo que Lia le estaba diciendo. Deja de lado todo lo demás y forma parte de esto. Con ella. En otras palabras, deja de pasar tanto tiempo en un mundo de agendas apretadas.
Pero ése era exactamente el mundo que intentaba evitar. Era un lugar al que no iba desde hacía mucho tiempo; no desde su relación con Bae. Después, había pensado que abrir su corazón, acercarse a alguien, sería una buena elección, pero descubrió que se equivocaba. Si había alguien que no estaba hecha para las relaciones tradicionales, ésa era Yeji.
Si Lia le hubiera hecho una pregunta sobre proyectos de marketing, sobre potencial de beneficios o gastos de publicidad, la respuesta no habría supuesto ningún problema. Pero entrar en lo personal implicaba la existencia de una relación.
-Esto no tiene por qué estar relacionado con un campamento, Lia, puede tratarse de cualquier cosa relacionada con la naturaleza. Bichos, árboles, piedras. Lo que sea que le interesa a ese grupo de edad. El objetivo, como sabes por nuestra primera
conversación, es animar a los niños a asimilar lo que aprenden y aplicarlo al mundo real. Hacer que se levanten del sofá y salgan a la calle. Por eso estás aquí, para encontrar cómo lograrlo. Eres mi experta en ese terreno y tienes mis notas, con eso
debería bastar.-Pero éste es tu proyecto, Yeji. Para hacer que funcione, yo... El equipo necesita tu aportación -agarró la libreta y pasó unas cuantas páginas-. Por ejemplo, aquí hablas de un juego al que solíais jugar tu hermano y tú. Me pareció bastante divertido y algo que podríamos convertir en un programa. ¿Cómo se llamaba? -deslizó el dedo sobre la página-. Algo con un nombre de animal...
-Serpientes de agua -recordó Yeji al instante. Hyunjin y ella en el jardín, uno de ellos con una manguera mientras el otro intentaba evitar el chorro de agua. A veces jugaban con ellos muchos otros chicos del barrio y el juego terminaba convirtiéndose en un desastre resbaladizo y cargado de risas sobre la hierba.
La última vez que había jugado había sido en el patio de Hyunjin, con su hermano y los dos hijos de éste. Aún podía oír las risas de Anna y Daniel y ver el gesto de sorpresa en sus rostros cuando el agua roció sus piernas.
Una semana después, los niños no habían tenido ningún motivo pare reír. Y todo por culpa de Yeji.
-Sí, eso es -dijo Lia-. Creo que podríamos tener algo así en el programa. Una especie de balón prisionero electrónico. Quería saber más sobre cómo funcionan las reglas, así que...
-Ahora no tengo tiempo para esto. Tengo trabajo que hacer.
-No necesito que pases horas aquí, Yeji. Sólo quiero sacarte información durante un rato.
De pronto en la habitación hacía mucho calor. Yeji retiró la silla y se levantó.
-Debería dejarte esto a ti, en serio. Tú conoces mejor que yo a este grupo de edad. Tengo que ir a una reunión.
Una reunión que Yeonjun podría presidir tan fácilmente como ella. Una reunión que podía perderse con una simple llamada de teléfono. Una reunión que quería perderse... con tal de ver a Lia sonreír.
Lia se levantó del escritorio y la distancia que los separaba pasó de metros a escasos centímetros.
-No pienso dejarte ir tan fácilmente.
Yeji enarcó una ceja.
-¿Que tú qué...?
-Me has contratado para dirigir este proyecto y como directora, te... -respiró hondo-, ordeno que formes parte de él.
¿Qué estaba haciendo? ¿Es que no veía que ella quería marcharse? Esa actitud autoritaria la pilló por sorpresa. Estaba acostumbrada a ser la jefa... no a que alguien la mandara. Esa mujer iba a causarle problemas. Muchos problemas.
-Soy la presidente de la empresa, Lia, no puedes hacer eso. Yo firmo tus cheques.
Ella sonrió.
-Y yo no puedo avanzar sin la aportación del creador. Parece que estamos en un impase, señorita Hwang.
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Embarazo en las Vegas (YEJISU)
FanfictionDesde que Lia vio a Yeji en Las Vegas, donde había ido a pasar un fin de semana con sus amigas, se quedó prendada de ella. Conectaron al instante y se dejaron llevar por el momento. Lia volvió a casa tras esa fantástica aventura, pero nunca imaginó...