Prólogo e Intro

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Dos rayitas rosas...

Choi Jisu se quedó mirando durante unos treinta segundos el largo palo blanco que mostraba el mensaje desde la encimera de azulejos color melocotón del cuarto de baño. Lo recogió y lo miró un rato más.

No podía ser. Tenía que ser... imposible.

Las náuseas le revolvieron el estómago otra vez, como desafiándola a negarlo. Durante las últimas semanas había estado despertándose con ganas de vomitar, cansada, pero después de que tres de sus alumnos de la escuela de verano hubieran estado enfermos de gripe, había atribuido su delicado estómago a eso. Y no a...

Oh, Dios.

No a esa noche en Las Vegas. Hacía dos meses. ¿Había pasado tanto tiempo? ¿Cómo podía no haberlo notado?

Fácil. No tenía pareja, y las oportunidades de quedarse embarazada eran de escasas a inexistentes. Pero en esa ocasión las «escasas»
había rendido más de lo esperado.

Su mente voló hasta el bar, hasta una guapísima mujer con ojos gatunos y el pelo naranja

Una mujer al que sólo conocía por su nombre de pila.

Yeji.

"Nada de apellidos"
"Nada de compromisos".

Una loca noche en la que Choi Jisu, mas conocida como Lia, que nunca hacía nada sin tenerlo planeado, sin pensar las cosas, se había olvidado de la cautela y había permitido que una atracción casi eléctrica rigiera todos sus pensamientos.

Desde aquella noche había hecho todo lo posible por intentar olvidar a esa mujer embriagadora que había conocido en Las Vegas, y creía que lo había logrado..

Ella había sido una atracción momentánea, una loca equivocación en su vida, y aunque de vez en cuando se preguntaba dónde estaría o si estaría pensando en ella, se dijo que dejar ese encuentro de una noche enterrado en su memoria... como un delicioso recuerdo... era lo mejor que podía hacer.

Después de todo, era maestra de preescolar, una mujer que en el verano no hacía nada más emocionante que dar clases de recuperación a estudiantes de instituto.

Lia era una chica conservadora en todo el sentido de la palabra. Nunca hacía nada que se
pareciera remotamente a aquello. Bueno, <<nunca» no era el término correcto. ¡Casi nunca!


Había ido a Las Vegas con un propósito, ayudar a su buena amiga Shin Yuna a olvidar el devastador final de su compromiso con Huening Kai. Las cuatro amigas, Lia, Yuna, Ryujin y Chaeryeong, habían planeado un fin de semana de chicas con manicuras, martinis y recuerdos.

Eso era lo que habían hecho exactamente aquella primera noche, pero durante la segunda se mostraron más aventureras y cada una siguió su propio camino. Para algunas de ellas, ese rato separadas había supuesto un pequeño problema. Para Lia... uno grande.

Sacudió el palito y después volvió a mirarlo. Seguía habiendo dos líneas rosas.
«¡Estás embarazada!»> le gritaban esas rayitas con su feliz y agradable color pastel.
«Sí, embarazada y en absoluto preparada para este hecho que cambiará tu vida», le gritó en respuesta sumente.

Oh, Dios. ¿Qué demonios iba a hacer?

-¡Hola! ¿Lia?

Embarazo en las Vegas (YEJISU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora