Bella tiraba de su correa ansiosa por llegar a casa mientras atardecía sobre San Diego. Lia respiró hondo, inhalando el fresco aroma del océano, el sabor salado del aire. Adoraba ese lugar, siempre le había encantado.
San Diego era totalmente distinto a Las Vegas. Allí tenía amigos, una preciosa naturaleza y una vida.
Sí, de acuerdo, no tenía a la mujer en la que no había dejado de pensar ni un momento desde que había vuelto a casa, pero se dijo que la superaría.
Intentó convencerse de que no le había roto el corazón dejar a Yeji.
Porque en alguna parte entre la oferta de trabajo y el beso en el lago, Lia había hecho la única cosa que se había prometido no hacer. Se había enamorado.
La mujer que se ocultaba en alguna parte dentro de Hwang Yeji, la presidenta de Sistemas Hwang, bien por sentirse culpable por la muerte de su hermano, bien por las presiones del trabajo o tal vez por miedo a acercarse a alguien.
Semanas atrás había logrado ver a la mujer de la que se había enamorado y cuando eso había sucedido su corazón se había encaprichado con ella más y más. El día que la había secuestrado, había hecho algo más que tomar a Yeji como rehén.
Se había unido a ella para siempre.
Desde que había vuelto a casa, no había dejado de pensar en Yeji, de preguntarse dónde estaría, qué estaría haciendo y si estaría pensando en ella o en el bebé.
Había pensado en ella, pero no del modo que Lia había esperado. La había llamado, le había dejado mensajes, le había enviado flores, tarjetas.
Y Lia la había ignorado todo porque con nada de todo eso había dicho lo que ella quería oír.
"Quiero formar una familia contigo"
Mientras Yeji no pronunciara esas palabras mágicas, no querría saber nada de ella.
Seguiría adelante junto a su bebé, por mucho que eso le doliera y por muchas flores que le enviara.
Mientras doblaba la esquina de Gull View Lañe, vio dos cosas que parecían estar fuera de lugar.
Una limusina negra delante de su casa. Y a su madre... ¡Hablando con Hwang Yeji!
Dejó de caminar provocando así las protestas de Bella, sobre todo porque el animalito sabía que su nuevo juguete favorito estaba esperándolo en casa.
¿Estaba allí Yeji? ¿Y hablando con su madre?
Su pecho se llenó de alegría, pero la contuvo. Miles de cosas distintas podrían haber llevado a Yeji hasta allí, hasta San Diego. Podría estar allí para hablar de la custodia del bebé una vez que naciera, o para pedirle que volviera a trabajar para ella.
Podría haber ido porque ella había ignorado todos sus intentos de contactarse con Yeji.
Pero las posibilidades de que estuviera allí porque quisiera hacer que su relación funcionara eran de escasas a nulas.
Echó a andar otra vez y en un par de minutos ya había llegado a su casa. Su madre y Yeji estaban tan metidos en su conversación que al principio no se fijaron en ella.
-¿Tienes tu propia empresa? -le preguntó Tisha a Yeji.
Oh, no. Ahora su madre no dejaría de repetirle lo maravillosa que era Yeji y cuando ella intentara explicarle por qué Yeji no era una buena elección le entraría por un oído y le saldría por el otro.
¿Le había dicho Yeji a Tisha que ella era la madre de su bebé? Lia sólo le había contado que era de una mujer con la que había salido algunas veces. No le había dado ningún nombre porque, conociendo a su madre, sabía que habría ido a buscarla y la habría colocado en el altar antes de que acabara el día.
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Embarazo en las Vegas (YEJISU)
FanfictionDesde que Lia vio a Yeji en Las Vegas, donde había ido a pasar un fin de semana con sus amigas, se quedó prendada de ella. Conectaron al instante y se dejaron llevar por el momento. Lia volvió a casa tras esa fantástica aventura, pero nunca imaginó...