-Creo que debería irme a casa -le dijo Lia antes de que sus labios se rozaran, antes de que pudiera besarla, antes de que pudiera pasar nada.
Por un momento, Yeji había pensado que Lia estaba interesada en ella, pero estaba claro que la había malinterpretado.
-Claro. A los dos nos espera un largo día mañana.
Tendría que alegrarse de que Lia hubiera pisado el freno antes de que la hubiera besado y de que ese beso hubiera llegado a establecer una relación entre las dos.
Pero entonces, ¿por qué se sentía tan decepcionada?
-Bueno, ¿qué les parecen mis nuevos bebés? -dijo Harry entusiasmado mientras se acercaba a ellas. Son preciosos, ¿verdad? Estoy pensando en añadir unos peces martillo en otoño y construir un montón de herramientas para decorar la muestra.
-Me encanta su acuario, Harry -dijo Lia feliz por la interrupción-. Es realmente divertido. Un lugar genial para traer a los niños. Entiendo por qué vienen tantos, este lugar está lleno de actividades para ellos.
-Vaya, gracias, señorita. Ése es mi objetivo, hacer que este lugar sea de lo más familiar para mis pequeños visitantes. Lamento decir que no he tenido hijos -su gesto se oscureció-. Es una de las cosas de las que más me arrepiento en la vida, haber esperado demasiado para casarme y haber estado demasiado ocupado para formar una familia. Aunque sí que pude disfrutar de esta chica que tenemos aquí cuando era una niña. De ella y de su hermano -Harry sonrió a Yeji-. Aún recuerdo tu primer juego de química. Casi volaste el vecindario por los aires.
-Me lo regalaste por mi cumpleaños, si no recuerdo mal.
Harry se rió.
-¿Que Yeji hizo qué? -preguntó Lia enarcando una ceja.
-Ah, sí, con una ayudita de Hyunjin, claro. Cada vez que se juntaban, había problemas. Sospecho que Yeji siempre era el cerebro de la operación -Harry guiñó un ojo-. Cuando eran pequeños nos hacían reír mucho a todos. Fue una gran época.
-Sí, pero bueno, pertenece al pasado -dijo Yeji-. Ya soy demasiado grande para los juegos de química.
Harry puso una mano sobre el hombro de Yeji.
-También echo de menos a tus padres, Yeji. Si pudieran verte ahora estarían orgullosos de ti.
Yeji se preguntó si Harry diría lo mismo si supiera toda la historia de la muerte de Hyunjin. Cómo le había dado la espalda a su hermano en el último momento, cómo no lo había protegido, a pesar de haber prometido hacerlo. Lo único que quería ahora
mismo era marcharse y no hacer un viaje por sus recuerdos.-Sí, eh, gracias, Harry. Y gracias otra vez por dejarnos entrar. Volveré para ver esos peces martillo. Te lo prometo.
-Te tomo la palabra. Te echo de menos. Y asegúrate de traer a tu chica especial -dijo Harry sonriendo a Lia-. Y si eres lista, amiga mía, empezarás a vivir la vida antes de que sea demasiado tarde.
-Aprecio el consejo, pero tengo una empresa que dirigir -le respondió mientras le daba una palmadita en el hombro.
-La empresa puede dirigirse sola...
-Y mi vida no. Lo sé, lo sé...
Harry sacudió la cabeza, murmuró algo sobre lo testaruda que era Yeji y después se despidió de las dos. De nuevo, Yeji posó la mano sobre la espalda de Lia.
Mientras salían del edificio, pero en esa ocasión Lia se mostró tensa, como si estuviera enfadada con ella. ¿Por intentar besarla? ¿Por algo que había dicho?
Quería preguntarle, pero se dijo a sí misma que era mejor dejar el asunto como estaba. Acercarse a Lia sólo le haría recordar ese respiro temporal de sus
responsabilidades, le haría querer tener algo que no podía tener.Una familia.
La conversación de esa noche con Lia había girado en torno al tema de los niños. Cuando ella mencionó lo mucho que le gustaría llevar a su propio hijo al acuario de Harry algún día, Yeji tuvo dos reacciones.
Preocupación y envidia.
Preocupación por el hecho de que Lia pudiera estar mirándola como una compañera potencial a pesar de que hacía tiempo que Yeji había decidido que jamás recorrería el camino de la maternidad.
Nunca.
Y detrás de la preocupación había una cierta envidia. Envidia de que algún día ella fuera a visitar el acuario en compañía de otra persona y con el hijo de otro; eso la irritó más de lo que quería admitir.
Pero dejó de lado esas sensaciones. No podía envidiar algo que no podía tener. La conversación con Harry le había recordado las razones por las que había rechazado la maternidad. Era mejor limitarse a eso en lo que era bueno que aventurarse a recorrer un camino en el que ya había fracasado una vez...
Que las personas que lo querían pudieran contar con ella.
Fuera, paró otro taxi y una vez dentro se dirigió a Lia diciéndole:
-Escucha, sobre lo que ha pasado ahí...
-No te preocupes -la interrumpió-. Ninguna de las dos quiere cometer otro error.
¿Era así como Lia veía lo que había sucedido aquella noche de hacía dos meses? ¿Como un error?
El taxi recorría las calles de Las Vegas, tan llenas de vida de noche como de día, pero la mente de Yeji no estaba pendiente de los negocios brillantemente iluminados ni de los cientos de personas que entraban y salían de casinos y restaurantes.
Estaba perdida en los recuerdos de Hyunjin, en el día que había tenido que ir a ver a la mujer de su hermano para decirle que el hombre al que amaba... el padre de sus hijos... había muerto demasiado pronto.
Porque Yeji no había estado allí para evitarlo. Porque no había cumplido su promesa de ser la protectora de su hermano.
No, había estado fuera disfrutando de una fiesta de una semana de duración. En realidad estaba ebria cuando recibió la primera llamada de Hyunjin y llevaba demasiados bourbons encima como para hacer la única cosa que su hermano le había pedido... Ocuparse de una vídeo conferencia para que Hyunjin pudiera ir al médico.
-No me encuentro bien, Yeji -el dolor le había obligado a dejar de hablar por un momento-. No estoy bien. Hazme un favor y asiste a esta reunión, ¿vale? Después puedes seguir con tus vacaciones.
Yeji no había atendido la llamada... y se había despertado una hora después y había oído el mensaje de voz.
Demasiado tarde. Y desde entonces había estado intentando compensar lo sucedido.
El taxi se detuvo delante de las Torres Hamilton.
Yeji bajó y le sujetó la puerta a Lia. Cuando ella pasó por delante, inhaló su perfume y su fuerza de voluntad se derrumbó.
-Gracias -dijo ella-. Lo he pasado muy bien en el acuario.
-De nada -entraron juntos en el edificio y volvieron al mismo lugar donde habían estado hacía un par de horas, en los ascensores.
Tenía dos opciones: enviar a Lia a su apartamento, sola, o invitarla a subir a su ático.
No optó por la invitación y una vez dentro del ascensor le dijo:
-Por cierto, no creo que lo de aquella noche fuera un error.
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Embarazo en las Vegas (YEJISU)
FanfictionDesde que Lia vio a Yeji en Las Vegas, donde había ido a pasar un fin de semana con sus amigas, se quedó prendada de ella. Conectaron al instante y se dejaron llevar por el momento. Lia volvió a casa tras esa fantástica aventura, pero nunca imaginó...