Introducción
Esta historia se trata de Jack y Aida.
Jack Moritz; Un chico de bachillerato, de estatura promedio, rasgos nada fuera de lo común, amable, aparentemente inteligente. Dedicado a sí mismo y sus cosas o eso se quiere creer. Alguien nada fuera de lo común, un estudiante mas un estudiante menos, a veces preocupado por su futuro y otras veces no, su prioridad eran su hermanita y su mamá, sin contar las interminables deudas y facturas que no dejaban de llegar cada tanto.
Aida Romanov; Una chica cursando bachillerato, también. Es alta, con compostura normal, con rasgos muy comunes, no se maquilla ni viste cómo todas, es alguien "aparentemente normal para todos" o rara, depende desde que punto de vista lo quieras ver.
Ninguno de los dos tiene relación directa, nunca se han hablado, ni mirado directamente a los ojos, no deberían. Jack es muy extrovertido para ella y ella es muy introvertida para el. Aida, ha pasado desapercibida toda su vida, es cuidadosa, aplicada, no se hace notar, Jack se reúne con mucha gente ruidosa, que siempre llama la atención, eso le parece molesto a Aida.
Los polos opuestos no deberían de atraerse así. Aida jamás se le pasaría por la cabeza involucrarse con algo tan escandaloso y para Jack Aida no es realmente su tipo, nunca lo vio de otra manera.
En la ciudad de Memphis, que está al sur oeste del estado de Tennessee, una ciudad donde la música es variada, conocida por sus hechos históricos, por las personas importantes que han nacido en ella y han sido reconocidos por sus movimiento, cantantes, luchadores entre otros. Claro que no diferente a otras ciudades, hay contrabando y asesinatos.
Pero si se vive tranquilo, es una ciudad muy movida y grande, llena de ruido y muy luminosa por las noches.
Jack miro a su compañero, que no paraba de reírse por una bobada. Estaba con un grupo de chicos en una tienda de convivencia, comprando cervezas, las calles estaban movidas, como siempre.
—Iré a fumar —le dijo a su compañía. Lo miro y asintió. Ambos fueron a un callejón, mientras que los demás se quedaban atrás.
—Ya no aguantaba más esta semana —su amigo de alto, moreno con el cabello rizado sacó una caja de cigarros.
Fumaban en silencio, escuchando el ruido de la calle.
Su amigo terminó antes, por lo que se fue y Jack quedó solo. Dando su última calada, escucho un ruido sordo y algo caer. En silencio camino adentrándose al callejón, pero no alcanzó a llegar, ya que sus amigos lo llamaron. Aquella noche fue igual de tranquila.
____—No entiendo por qué no te coges a las dos y ya —Un chico hablo, mientras mordía su manzana, haciendo que los demás rieran.
—¿Lo dices porque ya tú te las comiste o lo harás si yo estoy interesado en alguna? —rebatió el rubio.
—Amigo, ya déjalo —Jack palmeo al moreno.
Mientras seguían hablando, le dedicó unos minutos a ver lo que ocurría a su alrededor. Jóvenes hablando entre sí en una cafetería mientras almorzaban. Llamo su atención la escena de una chica tropezando torpemente con otra. No podía escuchar nada, pero vio cómo una chica rubia tropezó ya que estaba ensimismada mirando hacia los lados, casi derrama toda su bandeja. La chica cabello chocolate; que reconoció de inmediato. Con la que tropezó, no dijo nada, ni siquiera articulo algún gesto. La manzana de su mano cayó, mientras la rubia colocaba la bandeja en la mesa y se agachó para tomar su manzana, disculpándose, temiendo a que la otra chica de gesto serio reaccionara de mala manera.
Al ofrecerle la manzana de vuelta, no la recibió, en cambio tomó la de la bandeja y la esquivó. La chica rubia, quedó pasmada, pero aliviada.
Una media sonrisa se le escapó. No le sorprendía.
—Ey! Jack, vamos antes de que comiencen las clases —salió de su trance y asintió.
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Pecado culposo
RomanceSiempre fueron polos opuestos, se dice que los polos opuestos se atraen entre sí, justo como un imán. Jack quien es un "alma pura" se terminara encontrando con Aida, quien le dará un gran giro a su vida, cambiándolo en el proceso y defectuosamente a...