Pecado culposo

Capitulo 33

—Te pregunté de donde nos conocimos, ¿responderás? —su tono demandante era nuevo para mi.

—Si te lo digo no me lo creerás, estás drogado —trate de ser caminar cada centímetro de él, viendo si está bien.

—Estoy perfectamente —,se cruzó de brazos.

Bufé, claramente no lo estaba.

—¿Por que me preguntas si nos conocemos? —si ni siquiera me mira.

—Tú rostro se me es familiar —,lo escanea —dime, ¿nos conocemos o me equivoco?

¿Abra algún fragmento de mi aún en el?

—Nos conocemos —afirme.

Debía estar tratando de recordar de dónde exactamente, pero no podría.

—¿De donde? —,sonó como el Jack curioso que me gusta.

—No podría decir que somos novios, porque nunca lo formalizamos —mire una de las pinturas.

—¿Y que somos entonces? —su tono indiferente como aquella primera vez que tuvimos relaciones apareció, curioso.

—Mmh, que crees que son dos personas que se besan, se gustan y tienen sexo, pero no son novios? —susurré, cruzándome de brazos, mientras sonreía.

El mantenía una posición relajada, con sus manos en los bolsillos de su pantalón. Me miraba esperando el chiste.

—¿Y por qué no te recuerdo? —se acercó un paso a mi.

—Porque te inyectaron Meta y estás bajo control, debes volver Jack —me acerque un paso yo esta vez.

Me acorralo en la pared, pero yo sabía que no había vuelto.

—¿No es lo que la competencia haría?, seducir a su oponente —sus dedos jugaron con un mechón de mis cabellos —no caeré —levantó la comisura.

—El Jack que yo conozco se estaría muriendo por besarme, porque nos vayamos de aquí, estaría muerto del miedo y no sería tan indiferente conmigo —,hablé despacio, tratando de ver cómo reacciona esa droga.

Debía haber algo.

—El Jack que conoces no es este, probablemente ya este muerto, linda —su mirada era vacía, pero su pulgar acariciaba mi mandíbula con cariño.

Yo no sirvo para esto, Jack era el que manejaba la relación, yo solo me dejaba llevar, si; siento lo mismo que el pero jamás fui buena expresándolo, el era el que me ayudará.

—Billie, la recuerdas? Es tu hermanita pequeña —su ceño fruncido apareció de nuevo —ella te está esperando y tú mamá también, no puedes quedarte aquí con esta gente. Aquella mujer, Josephine no es la mamá que tú amas no la quieres como a Emilia.

Su postura titubeó.

—No se de que hablas —,ladeó su cabeza en un movimiento rápido, como si le molestara algo.

—Si lo sabes, cachorro —sus ojos se abrieron por unos segundos pero volvió a su postura inicial. Se alejó de mi.

—Deja de meterte en mi cabeza, no se quien eres, pero detente o te matare aquí mismo —amenazo, su mandíbula estaba tensa.

Esto no está funcionando, quisiera darle un golpe a ver si se compone de nuevo, maldito.

—No se que haría el Jack que conozco si yo estuviera en tu posición, pero no me rendiré, tú no lo harías, no es así? —volvió a acortar la distancia.

—Aléjate.

No lo hice. Jale el cuello de su camisa y estampe mis labios en los suyos. Su resistencia duró poco, me cole en su cuerpo, besándolo con desesperación, Jack siempre fue una cabeza más alto que yo así que me tuve que empinar ya que el no cedía aún.